Raimundo Fitero
DE REOJO

Yo tampoco

Albert Rivera ha escrito un libro; yo tampoco. El suyo saldrá el quince de abril para que pueda ser de los más vendidos el veintitrés de abril que es la fecha del fallecimiento de Miguel de Cervantes y William Shakespeare y que se ha dado en convertir un día para animar la venta de libros, que anda un poco decaída. En Catalunya, como además coincide que ese día es Sant Jordi, se regala una rosa. Es un paquete que une el amor y la literatura. Ambos objetos se pueden comprar por internet. Y puedes quedar bien a muchos kilómetros de donde habites.

Los libros no escritos por los políticos acostumbran a tener buena prensa, se toman como si fuera un nuevo catecismo, como si aportaran algo a la vida social y política al dictar unas frases a un contratado, un esclavo, lo que se llama en el argot «un negro», que queda siempre en la parte oscura, en el cobro de sus emolumentos y no necesariamente debe ser un correligionario, basta que sea un estómago agradecido que tenga cierta habilidad y que intente imitar con cierta verosimilitud el modo de hablar del político más innecesario de los últimos tiempos .

Urkullu va a tomar medidas en el caso del vertedero de Zaldibar; yo tampoco. Recomendar cerrar ventanas cinco más tarde en las poblaciones próximas parece un insulto, una manera de demostrar su incapacidad. Las instituciones asumen los daños causados: yo tampoco. Vivimos en un mundo de aseveraciones que niegan lo que aseveran. Las frases y los tonos asertivos se convierten en maneras de acercarse a las chirigotas y murgas que son las que de alguna manera diseccionan las realidades desde puntos de vistas más populares y por la tanto más hirientes con las autoridades y las instituciones. El libro que tampoco he escrito va a ser la gran novela de autoficción sobre el oasis vasco.