Arnaitz GORRITI
BALONMANO

Puntito por Rodrigo Salinas

Bidasoa siempre fue a remolque del Benidorm en el marcador, pero salvó los muebles justo al final (27-27).

Sigue el mal momento de Bidasoa-Irun. Los pupilos de Jacobo Cuétara sufrieron en exceso ante un Benidorm al que aventajan en 11 puntos, pero después de un partido en el que esa diferencia clasificatoria no se vio por ningún lado. Supuso, por otro lado, un serio aviso para el cuadro guipuzcoano, de cara al cruce de cuartos de la Copa del próximo 6 de marzo. Los guipuzcoanos al menos cortaron su racha de derrotas y salvaron un puntito, gracias a un gol de Rodrigo Salinas que puso el 27 iguales a falta de 11 segundos.

Ya la primera mitad fue de lo más igualada, en la que el 14-12 que se vio al final, fruto de un gol a la contra de Kauldi Odriozola a falta de escasos segundos para el descanso, reflejaba la mayor renta de los irundarras. El Benidorm alternaba ventajas de un gol con momentos en los que el «balancín» del luminoso daba ventaja al Bidasoa. Pero con un parcial de 3-0, los irundarras cerraban con 14-12 la primera mitad, y afrontaban la segunda con la esperanza de abrir brecha de una buena vez.

Y el 15-12 anotado por Adrian Crowley desde los siete metros auguraba cierta calma para los discípulos de Cuétara. Nada más lejos de la realidad. De la mano de Pablo Simonet y José Alberto Leitao, tomó rentas de hasta dos goles. Bidasoa-Irun siempre tuvo que ir a remolque, sin que el cambio en la portería surtiese el deseado efecto.

Con todo, hacia el final del encuentro los guipuzcoanos aún tuvieron un breve instante de ventaja, y con empate a 26, Adrian Crowley, uno de los más destacados entre los locales, pudo adelantar a los de Cuétara desde los siete metros.

Pero erró y acto seguido Leitao anotaba el 26-27. Tiempo muerto local y la jugada, por suerte, acabó con gol desde nueve metros de Rodrigo Salinas. No es la mejor forma de afrontar el duelo europeo ante Wisla Plock, pero menos es nada.