GARA
DOHA

EEUU y talibanes firman en Doha un histórico acuerdo

Estados Unidos y los talibanes firmaron ayer en Doha un acuerdo histórico que significará el inicio de la retirada total de las tropas estadounidenses de Afganistán y de las negociaciones para poner fin a 18 años de guerra. El negociador estadounidense, Zalmay Khalilzad, y el jefe político de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, sellaron el acuerdo con un apretón de manos que fue recibido con aplausos y gritos de «Allahu Akbar (Dios es el más grande)».

Estados Unidos y los talibanes firmaron ayer en un lujoso hotel de Doha (Qatar) un histórico acuerdo de paz en presencia de observadores internacionales y de dignatarios de 30 países, entre ellos el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y los ministros de Exteriores de Turquía y Pakistán. El Gobierno afgano envió una pequeña delegación para una «primera toma de contacto» con los talibanes.

El pacto –que supone la conclusión de año y medio de complicadas negociaciones– fue firmado por el representante especial de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, y el líder talibán, Abdul Ghani Baradar.

El texto no es un acuerdo de paz propiamente dicho porque las autoridades afganas, ellas mismas divididas tras unas criticadas elecciones presidenciales, han quedado al margen de estas conversaciones.

Sin embargo y desde ya, Estados Unidos se compromete a comenzar a retirar sus tropas del país. De 13.000 soldados se pasará a 8.600 en los próximos 135 días con el objetivo de que no quede un solo soldado estadounidense en el país en un plazo máximo de 14 meses, según queda estipulado en el acuerdo.

Todo ello condicionado a que los talibanes cumplan sus compromisos, pongan fin a sus ataques y comiencen las negociaciones con el Gobierno afgano, previstas, según el texto, el 10 de marzo, probablemente en Oslo. Como muestra de buena voluntad de todas las partes, hasta «5.000 prisioneros de los (talibanes) y 1.000 prisioneros del otro lado (fuerzas afganas) serán liberados coincidiendo con el inicio de la negociaciones afganas», según reza el acuerdo.

Si los términos del pacto firmado ayer se respetan «nosotros y el resto de la comunidad internacional reunidos aquí estamos dispuestos a (hacer) gestos recíprocos», dijo Pompeo, que llegó ayer a la capital qatarí.

Entre los compromisos que los talibanes deben cumplir, advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense, está «la promesa de cortar los lazos con Al Qaeda». «Los talibanes no autorizarán a ninguno de sus miembros, a otros individuos o grupos, como por ejemplo Al Qaeda, usar el territorio afgano para amenazar la seguridad de Estados Unidos y sus aliados», dice el texto.

Por su parte, EEUU promete «buscar fondos anualmente que apoyen la capacitación, el equipamiento, el asesoramiento y el mantenimiento de las fuerzas de seguridad afganas», para que «puedan defenderse de forma independiente».

Pompeo afirmó que lo logrado hasta el momento «no es perfecto, pero los talibanes han demostrado que pueden ser pacíficos cuando quieren». Incidió en que «este es un momento lleno de esperanza, pero es solo el principio, hay una gran cantidad de trabajo por hacer en el frente diplomático».

Aún así calificó el día de «histórico» y de «paso para la paz real en Afganistán». Resaltó que los talibanes se han comprometido a impedir que grupos como Al Qaeda lancen desde territorio afgano ataques contra terceros países y a entablar negociaciones de paz con el Gobierno de Kabul, con el que hasta ahora se han negado a dialogar.

Aseguró que Al Qaeda es apenas «una sombra de su antiguo yo» tras ser «diezmada» por Estados Unidos y que esta es la «mejor oportunidad para la paz en toda una generación».

Sobre el proceso que está previsto que comience el 10 de marzo en Oslo entre el Gobierno afgano y los talibanes, se limitó a decir que será necesario el compromiso de «cada afgano».

El presidente afgano, Ashraf Ghani, subrayó que su Gobierno «da la bienvenida» a las dos partes del acuerdo: «la reducción de la violencia, que es un signo hacia un alto el fuego», y «el comienzo directo de las conversaciones intra afganas».

Adelantó que el Gobierno está preparado para esas negociaciones «bajo el paraguas de la República Islámica de Afganistán».

Kabul se ha comprometido «a iniciar un compromiso diplomático» en la ONU, cuando comiencen las negociaciones «para eliminar a los talibanes de la lista de sanciones antes del 29 de mayo y, en cualquier caso, a más tardar 30 días después de finalizar un acuerdo marco y un alto el fuego permanente.