Miles de refugiados se ven atrapados en la frontera entre Grecia y Turquía
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, confirmó que su país ha abierto las fronteras con Europa para permitir el paso de refugiados. «No podemos asumir una nueva oleada, pero tampoco podemos dejar a esta gente a merced del régimen de Al Assad», manifestó.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, confirmó ayer la apertura de las fronteras con Europa. «¿Qué decimos hace meses? Que si esto sigue así, estaremos obligados a abrir nuestras puertas. Pero no nos creyeron. ¿Qué hicimos ayer –por el pasado viernes–? Abrimos las fronteras», manifestó en un discurso en Estambul, transmitido en directo por la cadena NTV.
Erdogan cargó contra la UE por no cumplir con el acuerdo alcanzado en 2016 para el cierre de la frontera a cambio de ayuda económica –25 millones de euros– para financiar el mantenimiento de los refugiados sirios. Subrayó que ese es el motivo de la apertura de la frontera.
«A partir de ahora, ya no cerraremos la frontera. Esto continuará pasando. ¿Por qué? Porque Europa debe cumplir su palabra. No estamos en condiciones de atender y alimentar a tantos refugiados, pero tampoco podemos dejar a esta gente a merced del régimen de (el presidente de Siria, Bashar). Si sois sinceros, debéis participar en esto; si no, dejaremos las fronteras abiertas», dijo a Bruselas.
El portavoz del Gobierno griego, Stelios Petsas, aseguró ayer que han impedido «más de 4.000 entradas ilegales al país». Según fuentes oficiales, al mediodía de ayer había ya unas 7.000 personas esperando con la esperanza de cruzar a Europa.
Petsas anunció la detención de 66 personas por cruzar la frontera grecoturca en Evros. Advirtió de que «hará lo que sea necesario» para blindar la frontera. «Estamos fortaleciendo nuestras fuerzas por tierra y mar, se están desplegando más fuerzas policiales en Evros y en las islas operan actualmente 52 buques de la Armada», señaló.
La Policía griega empleó gases lacrimógenos contra un millar de refugiados que se encontraban en la frontera terrestre entre Turquía y Grecia.
Asimismo, las autoridades griegas están empleando drones para localizar a grupos de inmigrantes. «Estamos constantemente practicando arrestos», dijo a AFP un policía griego tras detener a diez migrantes. Los enfrentamientos se sucedieron durante la noche del viernes al sábado y no se esperaba que la situación mejore mientras sigan llegando más autobuses a los pasos fronterizos. En las carreteras secundarias, grupos de refugiados caminaban exhaustos tras horas bajo el frío y la lluvia. Algunos intentaron encontrar un camino alternativo a través de los espesos bosques que rodean el río Evros, cruzando sus afluentes. Se trata de una vía peligrosa, que se ha cobrado numerosas vidas en los últimos años. Su objetivo inmediato es llegar a Tesalónica, a tres horas en coche, o a Atenas con la esperanza de contactar con las agencias de la ONU.
El ministro de Asuntos Exteriores griego, Nikos Dendias, mantuvo una conversación telefónica con el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a quien solicitó convocar una sesión extraordinaria del consejo de Exteriores para tratar la situación de la frontera greco-turca.
Al igual que Grecia y Bulgaria, Austria anunció que introducirá controles en sus fronteras si la UE no impide la entrada de miles de refugiados, advirtió ayer el canciller, Sebastian Kurz.
«Estamos en continuo contacto con nuestros socios en la UE y a lo largo de la ruta de los Balcanes Occidentales. Si la protección de las fronteras exteriores de la UE no tiene éxito, Austria protegerá sus fronteras», manifestó en un comunicado.
Erdogan: «Mostraremos aún más determinación»
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que el Ejército turco bombardeó en la madrugada de ayer un depósito de armas químicas en el noroeste de Siria, en medio de la escalada de tensión entre Ankara y Damasco en la provincia de Idleb.
Varios sitios, incluidos aeródromos, depósitos de municiones, sistemas de defensa aérea, hangares e instalaciones de producción de armas químicas resultaron incendiados y destruidos. «Mostraremos aún más determinación en los próximos días. Desde ayer por la noche –el viernes– hemos destruido siete almacenes con materiales químicos. Mientras el pueblo no nos pida irnos, no saldremos de allí. Yo le dije a Putin: déjeme con el régimen cara a cara, nosotros haremos lo que haga falta», afirmó Erdogan.
Las autoridades sirias negaron las afirmaciones de Erdogan. «El líder del régimen turco está llevando a cabo una política de desinformación y mentira al afirmar que ha destruido un depósito de armas químicas en Siria», indicó la agencia siria de noticias SANA, que negó la existencia de armas químicas.GARA