Fede de los Ríos
JOPUNTUA

Vuelve el pensador

Por fin el licenciado express Casado ha visto necesario el dejar la dirección del Partido Popular de las provincias traidoras en manos de intelectuales. Concretamente otorgando la dirección del Frente Constitucionalista Español de centro extremo a la sabiduría y el buen hacer de Carlos Iturgaiz, un virtuoso de la oratoria y el acordeón a la altura de Mariano y MªJesús.

Hace un año vióse relegado en la lista de las europeas. «Me siento triste y decepcionado. Casado no ha valorado todo el trabajo y dedicación que he hecho todos estos años, en nombre del PP vasco y en defensa de la unidad de España y las víctimas». 28 años cobrando de lo público y ahora sin posibilidad de escaño. Precipitóse anunciando su abandono de «la política». No sabía que él, Carlos José Iturgaiz Angulo, iba a ser llamado a mayor empresa: salvar a España del Averno.

Quién sino él, un hacedor de conceptos y modernizador del lenguaje, puede dar batalla a los enemigos de Dios y de España. De fácil verbo y frase corta, cómo no recordar el argumentario de sus afirmaciones a modo de silogismos carentes de premisas: «Hienas bolcheviques», «Guarros de la CUP», «Basura independentista», «Escraches filoetarras», «Ratas asesinas» y sus profundos y sintéticos tweets: «Yo también quiero ejercer mi libertad de expresión para decir a todos los que han pitado el Himno Nacional de España que son unos hijos de puta». Profunda expresión en libertad.

El analista político de primer orden vuelve a la palestra faciendo un llamamiento a «aunar fuerzas con Vox», el partido de su amigo Abascal, «persona magnífica y maravillosa», para hacer frente al gobierno «Fasciocomunista». ¿Cuálo? ¿Cómorr? inquirirá el lector con criterio ¿cómo es posible fascismo y comunismo al alimón? Ni puta idea compañeros, el neolenguaje del acordeonista se sustrae a las reglas de la etimología y a los principios de la gramática generativa conocidos. Para explicarlo ha pedido ayuda a Cayetana, la Marquesa.

La verdad, lo echábamos de menos; la cosa se estaba volviendo aburrida. Haremos risas.