Barrenetxea confirmó que es un ganador en Zumaia
Respondió al ataque de Azparren para evitar el sprint y en Ereño fue el segundo mejor en el pelotón.
Jon Barrenetxea (Gamiz, 2000) es uno de esos ciclistas especiales que logran más victorias que puestos. En su debut se estrenó en Antzuola en su primer Top 10 en un año difícil y el sábado ganó su primera carrera en Zumaia: «Si veo que tengo opciones hago lo que sea para ganar».
Comenzó en el ciclismo por su hermano Mikel, cinco años mayor, en la escuela del Valentín Uriona de Mungia, con el que ganó dos carreras en su primer año cadete, once en el segundo, siete en el primero junior y trece en el segundo, con el campeonato vasco contrarreloj, la Premundial de Beasain y el estatal en línea en Soria, lo que le permitió correr el Mundial de Innsbruck, donde fue 36º a 13:37 de Remco Evenepoel. En Soria recuerda que «salí con mucha confianza porque la semana anterior gané la Premundial y eso me ayudó a lograr el triunfo. El Mundial fue complicado. Hubo una caída que lo decidió todo al quedarnos fuera de carrera los que nos cortamos menos Remco Evenepoel».
Se decidió por Baqué porque «es el equipo más cercano de casa y quería tenerlo fácil para estudiar. Estoy en Segundo de Administración de Empresas, que son cuatro años, y por ahora le doy prioridad porque es mucha presión jugártela solo al ciclismo. Aunque pases a profesionales, es difícil hacer mucho dinero para vivir. Es complicado compaginar entrenamientos y estudios porque tienes que entrenarte a las tardes como puedes, pero se va compaginando».
La victoria más especial
En su debut logró en Antzuola la victoria que le dio más alegría porque «no iba muy bien ese año y me costó ganar. El de Antzuola fue el primer Top 10 que hice el año pasado. Tardé mucho en coger el ritmo en aficionados y cuando lo cogí en junio o julio tuve una apendicitis a principios de agosto y no volví a correr. En Antzuola se hizo una escapada de calidad a principio de carrera y de ahí gané».
De su fin de semana destaca que «ha sido un buen invierno, he podido entrenarme sin ningún problema y empiezo bien. En Zumaia empezó a llover un montón, se complicó mucho la carrera y abrió las opciones de que llegara una fuga. Iba Azparren adelante a veinte segundos, en el repecho a cinco de meta arranqué desde abajo, lo pillé, nos arreglamos bien y llegamos. En Ereño fue un error mío porque se hizo en el mismo sitio que el año pasado una escapada en el kilómetro 20 de 22 corredores en la que estaban muchos de los mejores y llegaron». Fue decimotercero, segundo del pelotón tras Asier Etxeberria.
Mejorar en las subidas y en las vueltas
Barrenetxea destaca que «me veo bien, sobre todo en las subidas, que era donde más problemas tenía el año pasado. Por ejemplo lo pasé mal en Urraki porque es un puerto largo, al no estar en forma. Las pruebas vascas se me adaptan porque voy en cualquier terreno. En puertos cortos no tengo problemas. Me gustaría andar bien en alguna vuelta, es lo que más se tiene en cuenta para pasar a profesionales. En juniors de un día para otro no recuperaba bien. El primero iba bien y los demás muy mal y he mejorado mucho. Recupero mejor de un día para otro, como se vio el fin de semana, con el entrenamiento».
El año pasado corrió Bidasoa, Castellón y Bizkaia Saria y sufrió en la guipuzcoana porque «es complicada para mí por las alergias y no me gustó mucho. En la primera etapa pude ganar, se hizo una escapada y entré con 30 segundos al repecho final de Irrisarri Land, que se me hizo durísimo y me cogieron a un kilómetro de meta, pero para nada estaba en forma. Lo pasé muy mal, no tengo buen recuerdo, pero este año, si no en esa vuelta, quiero destacar en otra en verano».
Dice que «estoy con la carrera y quiero aprovechar en aficionados, es imposible estudiar y competir en profesionales. No tengo prisa para pasar, pero si llega la oportunidad la valoraré». Ha ganado muchas carreras, pero sin forzar: «Hasta sub’23 no he tenido preparador y me dijo que no me había pasado en juveniles para nada, que me había quedado corto. Por eso el año pasado fue muy duro, veía que no podía compaginar los entrenamientos y este año le he cogido más el callo, por eso estoy mucho más a gusto». J.I.