Itziar Ziga
Escritora y feminista
JOPUNTUA

Pobrecicos señoros Vol. 2

Por qué no te alejaste de él, por qué seguiste tratándole, por qué no te separaste entonces, por qué lo cuentas ahora…? El cuestionamiento siempre es hacia nosotras. El jurado creyó esta vez a las mujeres y no al todopoderoso violador en serie. Una de las actrices a las que acosó y cuya carrera descarriló Weinstein, la bellísima Ashley Judd, advierte «estoy pensando que hizo falta que 90 mujeres diesen el paso para que le declarasen culpable de solo dos cargos».

Eso sí, Weinstein ha recibido un apoyo muy significativo. Otro insigne depredador se lamenta desde el penal por el nuevo colectivo más oprimido in the world: los machos ricos y famosos. Bill Cosby, toda una vida violando. Se rabian al perder finalmente su feminicida supremacía y, sobre todo, ese privilegio máximo que han disfrutado durante décadas: poder agredir a todas las mujeres que eligieran sabiendo que iban a salir impunes ante la justicia de los hombres. La aguerrida Rose McGowan, una de las víctimas renacidas de Harvey Weinstein, la clava: «por una vez sabrá lo que se siente cuando alguien más poderoso te coge del cuello».

Bertín Osborne y Josep Carreras, entre otros, han puesto la polla en el fuego por la caballerosidad de Plácido Domingo: oye, que a ellos, no les ha acosado sexualmente. Pues ya está todo dicho. Queridos, y digo queridos en masculino y sin sorna: cuando una o varias mujeres os digan que un tío no es de fiar, por muy amigo vuestro que sea, pensad que muchos hombres no se comportan igual con vosotros que con nosotras. La mística de la amistad masculina, esa incondicionalidad revestida de nobleza, es en realidad cierre de filas desde arriba, por tanto, contra nosotras.

Desde la primera vez que probamos el machismo en nuestras carnes, las mujeres sabemos que nos tocará seguir viviendo en un mundo feminicida. Así desarrollamos una fuerza increíble. Queridos, despatriarcalizaos con nosotras. No hay aventura planetaria más apasionante.