Joseba López (Gasteiz, 2000) es uno de los aficionados más destacados en el inicio de temporada con su primera victoria en Ereño, un quinto puesto en Zumaia y el undécimo del sábado en Urretxu. Destaca a GARA que «hemos empezado muy fuerte. Pensaba que iba a estar adelante, pero no tanto como para que la primera victoria llegara. Se dieron las circunstancias de carrera, el equipo confió en mí una pasada y ese día salió».

Recuerda de esa victoria que «se hizo la fuga muy pronto, entramos todos los que íbamos a disputar menos Barrenetxea, que se despistó. Eulen llevábamos cuatro corredores, mi director David Etxebarria me dijo que guardara lo máximo posible y que pasaran los otros tres. En Natxitua atacó Iñigo González y yo me quedé con Iribar, Berasategi y Unai Esparza, que no tiraba porque iba un Lizarte por delante, y entró Azparren con otros dos y pillamos a los de cabeza. En la subida a dos de meta David me dijo que me pusiera el último y que atacara con todo y le hice caso al 100%. Arranqué con toda la fuerza, me lancé para abajo, no mire para atrás y subí a tope hasta la meta».

Ha sido su victoria más importante y no la celebró: «Fue un día triste para la familia. Antes de salir me enteré del fallecimiento de mi tío Javi y por eso no celebré la victoria como homenaje a él. Había conseguido el objetivo de ganar, pero estaba frío. Ahora ha pasado una semana, lo vas asimilando y lo valoro más, pero me ha costado darme cuenta del valor de la victoria».

Aiztondo, un punto de inflexión

Fue una de las revelaciones de la pasada temporada al ser duodécimo en la Aiztondo Klasikoa en su debut ante los mejores élites y sub'23 a nivel estatal: «Trabajo muchísimo y el cambio de categoría es un reto. Me cuesta, pero me adapto rápido. Esa carrera fue un punto de inflexión, me di cuenta de que estaba hecho a la categoría y me dio motivación para seguir trabajando».

Además logró dos terceros puestos en el Euskaldun en Berriatua y Irun, donde fue capaz de coronar Erlaitz por detrás de Jefferson Cepeda y Jokin Murgialdai pese a pinchar diez kilómetros antes del inicio del puerto. No estuvo tan bien en las vueltas, su asignatura pendiente: «Ni de juvenil ni el año pasado pude estar todos los días a tope en una vuelta y quiero mejorar eso, seguir aprendiendo y trabajando. De cara al futuro el objetivo es seguir formándome como ciclista con la misma motivación que hasta ahora. Las carreras que quiero hacer bien son Aiztondo el domingo, Valenciaga y luego llegar fuerte a mayo, que es el mes más potente con Bidasoa y Nafarroa, donde me gustaría estar más en forma».

Aunque es segundo en el Lehendakari, por ahora no se marca ese objetivo: «Son muchas carreras. Es algo bonito, pero no lo tengo planteado. Quiero ser regular todo el año, pero en agosto ya se verá donde estoy».

Doce kilos menos desde juveniles

Hijo de Roberto López, que compitió hasta aficionados, comenzó a andar en bicicleta con su padre, que no quiso que compitiera hasta los 13 años con el Aranako. Con ese club logró siete victorias como cadete y seis en junior, entre las que destacó el Campeonato de Euskadi en su primer año. Esa temporada lo empezó a preparar Igor González de Galdeano y eso influyó para que se descantara por el Eulen: «Tuve una lesión y no sabía si iba a poder volver a competir al mismo nivel. Igor quería un equipo que me formara, él estaba metido y sabía que me formarían bien. Tenemos un buen bloque porque nos quedamos todos los de primer año, sabemos cómo trabaja David, los cuatro debutantes están motivados y se han adaptado muy bien y los tres de tercer y cuarto año nos dan la veteranía y al final siempre están».

Ha mejorado en las subidas gracias a los doce kilos perdidos desde su primer año junior y pesa ya 65,5 kilos con 1:81: «Ahora subo bien, de juvenil era más potente. Igor me dijo que era importante perder peso y a base de trabajo y cambiar radicalmente la alimentación me cambió el cuerpo». Estudia Magisterio en la especialidad deportiva en la universidad de Eskoriatza y le dan facilidades para compaginarlo.

Agradece que el pelotón amateur «este año está más nivelado, los equipos fuertes se han quedado con gente buena, pero muchos han pasado a profesionales. Van a seguir ganando porque son potentes, pero está bien que se pongan nerviosos y que llevemos un mes y no hayan ganado. Hay más equipos para disputar victorias, la pelea por la posición en el paquete es más intensa y así todo está mejor». J.I.