EDITORIALA
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Decisión necesaria que necesita complementos

Los casos de infecciones por coronavirus continúan aumentando en Euskal Herria al tiempo que se multiplica el número de eventos que se aplazan o directamente se suspenden. El último anunciado fue el de la Bienal de Máquina Herramienta. En este contexto de expansión de la enfermedad, los Gobiernos de Lakua y Nafarroa ordenaron ayer cerrar todos los centros educativos. Por su parte, el Gobierno de Gasteiz tomó también otras medidas para reforzar los medios dedicados a hacer frente a la urgencia sanitaria. Entre ellos destaca el refuerzo de la plantilla que atiende el teléfono del consejo sanitario ante el incremento del número de llamadas. Asimismo, ofreció la posibilidad de reincorporarse al trabajo a los facultativos que se hayan jubilado recientemente para reforzar la plantilla médica. En Ipar Euskal Herria las escuelas estarán cerradas a partir del lunes.

La experiencia de otros países señala que el cierre de centros de enseñanza es una decisión drástica, pero de las más efectivas para frenar la expansión de la actual pandemia. La medida busca reducir la proximidad entre las personas y será tanto más efectiva cuanto más en serio se la tome la ciudadanía. A fin de cuentas de nada sirve cerrar centros de enseñanza si los alumnos terminan luego juntándose en otros lugares, o acaban en casa de abuelas y abuelos, que además conforman uno de los grupos de mayor riesgo.

La actuación de las autoridades sanitarias debe ser correspondida de manera positiva por la gente para que sea realmente eficiente. Sin embargo, conviene no obviar que este tipo de medidas drásticas, que se toman además sin ningún tipo de aviso ni preparación previa, generan importantes dificultades a las familias. La gestión administrativa de las decisiones debe complementarse con otras que faciliten la conciliación, y que promuevan y estimulen la implicación comunitaria en la organización y materialización de esos cuidados.