EDITORIALA
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Huelga de la cultura, una apuesta para hacer país

Creadores y artistas de Euskal Herria han llamado a una huelga digital en la que invitan a la ciudadanía a no compartir contenidos culturales por Internet durante los días de hoy y mañana. Además de impulsar el debate social sobre la cultura vasca, sobre el valor y la importancia que la sociedad le da, sobre el modo en el que se consume y sobre las precarias condiciones de vida de los artistas, el objetivo de la protesta es presionar a las diferentes administraciones para que tomen medidas que permitan a los creadores y a la industria cultural superar esta emergencia sanitaria.

Que los creadores de este país hayan tenido que organizar una protesta para que las instituciones apoyen y protejan a la industria cultural dice mucho del lugar que ocupa la producción cultural en la mente y, sobre todo, entre las preocupaciones de los gobernantes. Que un mes después de que comenzara el confinamiento todavía no se haya aprobado un decreto con medidas específicas para la industria cultural y sus trabajadores denota una visión estrechamente economicista de la sociedad. No puede ser consuelo que las ayudas al resto de trabajadores y empresas tampoco se ejecuten en tiempo y forma. Todo ello resulta todavía más grave cuando el confinamiento castiga a nuestras expresiones culturales, mientras las grandes plataformas de entretenimiento globales se cuelan en los hogares sin alternativa. Un país pequeño puede mantener una industria cultural en consonancia a su tamaño si existe un apoyo público real y voluntad política de frenar las opas hostiles que se lanzan desde las plataformas globales.

El anuncio de una partida para apoyar a los creadores fue recibido con la esperanza de que la cultura entre de nuevo en la agenda política. Sin embargo, la inquietud sobre el futuro se mantiene, especialmente porque no está claro cómo será el porvenir de muchas actividades. La cultura es una apuesta de país, pues como dicen los artistas, la lengua nos hace personas y la cultura ciudadanos.