Iñaki SOTO
Elkarrizketa
PADDY WOODWORTH
PERIODISTA Y AUTOR «GUERRA SUCIA, MANOS BLANCAS»

«Repugna y angustia que muchos sigan considerando figura de oro a González»

Periodista y editor, Paddy Woodworth mantiene un fuerte vínculo con Euskal Herria. En 2001 publicó el libro “Dirty War, Clean Hands: ETA, the GAL and Spanish Democracy” (“Guerra sucia, manos limpias: ETA, el GAL y la democracia española”).

Paddy Woodworth pisó Euskal Herria por primera vez en 1975 con Franco aún vivo. Regresó en 1978 y desde entonces lo hace casi cada año. Como periodista en aquel entonces de “Irish Times” empezó a escribir artículos sobre Euskal Herria. Los GAL ocuparon gran parte de su investigación sobre la situación vasca. En 2001 publicó el libro “Dirty War, Clean Hands: ETA, the GAL and Spanish Democracy” (“Guerra sucia, manos blancas: ETA, el GAL y la democracia española”). El tema ha recobrado notoriedad ahora tras los documentos desclasificados de la CIA. En respuesta al cuestionario de GARA, sostiene que «el PSOE tal vez debería aceptar, explícitamente, que sus gobiernos de los años 80 y el propio González tienen la responsabilidad política de una campaña de terrorismo de Estado. Y por tanto debería dejar de tratar a González como uno de sus grandes puntos de referencia políticos, al menos en el contexto del conflicto vasco».

Como experto en la materia ¿le sorprenden las revelaciones de los papeles de la CIA sobre Felipe González y los GAL?

No puedo decir con certeza que los documentos de la CIA publicados recientemente por medios españoles y vascos contengan «revelaciones», es decir, algo nuevo realmente sobre la relación de González con los GAL. El problema es que la frase clave en la que aparece su nombre ha sido redactada. Sin conocer la fuente de la CIA de esa acortada acusación del informe «… González ha aceptado formar un grupo de mercenarios controlados por el Ejército para combatir a ETA al margen de la ley», no podemos medir su valor real, porque no conocemos la fuente de esta acusación. Es muy frustrante, pero es el caso.

También estoy desconcertado sobre la razón de que unos documentos aparentemente publicados por la CIA en 2011 solo han aparecido en los medios de comunicación ahora. No he tenido tiempo de investigar esto. Desde que aparecieron por primera vez en "La Razón", no puedo evitar preguntarme si esta publicación no es algún tipo de manipulación de la derecha anti-PSOE de la historia de los GAL, como fue el caso con gran parte de los reportajes de "El Mundo" sobre el tema en la década de 1990.

Finalmente, tendría que decir que, como periodista, siempre he sido profundamente escéptico ante los informes de la CIA. Eso no quiere decir que los documentos no merecen atención, posiblemente son muy significativos. Sería bueno ver una versión no editada.

En cualquier caso, no me sorprende que la CIA, tal vez especulando, tal vez con pruebas contundentes –por el documento que podemos ver ahora, simplemente no lo sabemos–, hubiera vinculado a González con la creación de los GAL. Esta especulación se extendió en su momento, no solo entre la izquierda abertzale y los nacionalistas vascos, sino también dentro del PSOE.

En términos periodísticos, ¿hay alguna duda de que González es el señor X de los GAL?

«Términos periodísticos» es una frase muy amplia. Los términos del “Daily Express” son muy diferentes a los de "The Guardian", por dar un ejemplo. Preferiría expresarlo parafraseando argumentos de mi libro ”Guerra Sucia, Manos Limpias” (Editorial Critica):

-Nunca ha habido pruebas suficientes hasta la fecha, en términos judiciales, para llevar a juicio a González por complicidad con los GAL. Así que en este momento, como hecho, no podemos decir que él era el señor X.

-Ni siquiera está claro si hubo un señor X de los GAL. Como otros autores han señalado, las guerras sucias se llevan a cabo de manera más eficiente en el principio inverso a la pirámide de decisiones corporativas. Aquellos que se encuentran en la cúspide del Estado se esfuerzan en no tener conocimiento directo o vincularse a las operaciones de guerra sucia, y mucho menos en ser su cerebro o comandante. Los que están en la base de la pirámide saben mucho más. El papel del primer ministro en tal situación es mucho más probable que sea la de «dejar hacer» que la de dar órdenes o tener alguna discusión con los jefes operativos. Dado que dos de los ministros de González y toda la cadena de mando en sus Fuerzas de Seguridad han sido condenados por los crímenes de los GAL, está claro que el primer ministro no hizo ningún esfuerzo por pararlos, pero no sabemos si alguna vez le consultaron.

-Sin embargo, aunque sostengo que González no tiene una responsabilidad judicial comprobada sobre los GAL, claramente tiene una gran carga de responsabilidad política por esta estrategia criminal y poco ética, que fue un desastre, y muy reveladora a varios niveles de la democracia española.

-Una opción; sabía sobre los GAL en términos generales (o particulares) y no solo no hizo nada para detener sus operaciones, sino que defendió activamente en los medios y en los tribunales a sus protagonistas. Esa es una acusación política masiva, que destruye sus credenciales como demócrata y defensor de los derechos humanos. Es repugnante y angustioso que muchas personas en el PSOE, en el establishment español y a nivel internacional, sigan considerándolo como la figura de oro de la democracia española.

-Otra opción: no sabía nada sobre los GAL. Significaría que era un líder totalmente mal informado y completamente incompetente. Muy improbable.

-Su reputación se ve aún más oscurecida por el léxico de ambigüedad que utilizó sobre los GAL. Desde «la democracia se defiende tanto en las alcantarillas como en los despachos» hasta declaraciones más recientes, nunca menciona los GAL sin decir implícitamente que, de hecho, apoyó la estrategia de la guerra sucia, aunque sin asumir la responsabilidad de ello.

Usted siempre ha puesto el foco en la impunidad y en el sufrimiento que esto genera en las víctimas. ¿Qué supone este tipo de revelaciones para esas víctimas?

Como dije, no estoy seguro de que se traten de nuevas revelaciones. Solo puedo imaginar que cada referencia al GAL, y su existencia señala el fracaso de los responsables políticos a la hora de asumir la responsabilidad, debe aumentar el dolor y el sufrimiento de sus víctimas. Todos los que hablan sobre los derechos de las víctimas del terrorismo en España o el País Vasco deberían entender esto, pero parece que muchos no lo hacen.

¿Qué debería hacer el PSOE?

Debería abrir sus archivos, pero tal vez no haya nada allí. Más importante aún, tal vez debería aceptar, explícitamente, que sus gobiernos de los años 80 y el propio González tienen la responsabilidad política de una campaña de terrorismo de Estado. Y, por tanto, debería dejar de tratar a González como uno de sus grandes puntos de referencia políticos, al menos en el contexto del conflicto vasco.

¿Estas revelaciones pueden tener efectos políticos?

No creo que haya suficientes evidencias nuevas que tengan un impacto político, a menos que aparezca una versión no editada. Pero tal vez animará a algunos miembros del PSOE y del PSE a adoptar una posición más ética en torno a esta oscura historia del partido.

En 2002 se preguntaba «cómo explicar a una nueva generación que un secuestrador de ETA se pase la vida entre rejas y Vera y Barrionuevo salgan en 12 horas». Estamos en 2020, ETA no existe y hay 232 presos vascos. ¿Es un efecto de la impunidad con los GAL?

Creo que el trato extremadamente desigual a los terroristas estatales y a los terroristas revolucionarios por los tribunales y los sistemas penitenciarios españoles es una mancha en la democracia española. Para ser justos, fue admirable y positivo que los tribunales españoles condenaran a personas del estatus de Barrionuevo, Vera y Galindo. Los británicos, por ejemplo, nunca han llevado ante los tribunales a figuras de alto rango para dar cuenta de sus múltiples guerras sucias en Irlanda y en otros lugares. Pero el buen impacto de condenar a Barrionuevo y compañía es seriamente socavado por su sorprendente y privilegiado tratamiento en prisión.

Ha dejado algo de lado los «temas vascos». ¿Se cansó de nosotros?

¡En absoluto! Es cierto que últimamente escribo mucho menos sobre el País Vasco, y sobre España, por otros intereses. Pero nada me ha dado más placer en mi vida laboral que traer grupos de extranjeros interesados al País Vasco. No hay nada mejor que llevar personas de buena voluntad a lugares que amas y presentarles algunos de los aspectos maravillosos de la cultura, el paisaje, la gastronomía y a generosos amigos vascos. Una de mis ideas favoritas hoy es pasar una semana de ocio deambulando por el valle de Baztan, Lesaka, Bidarrai...