Natxo MATXIN
IRUÑEA
OSASUNA

El proyecto Arrasate avanza con paso firme en Primera

naiz_2020_osasuna
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El tándem Arrasate-Alkiza va camino de dejar una huella imborrable en la historia deportiva de Osasuna. Después de firmar un histórico ascenso a Primera, el bloque de jugadores a su cargo ha dado un nuevo paso adelante, confirmándose con relativa solvencia en la máxima categoría y siempre defendiendo una idea futbolística de la que se ha impregnado y que gusta al aficionado rojillo.

A posteriori, ha quedado patente que resultó todo un acierto que el club hiciese lo imposible para quedarse en propiedad algunos cedidos que resultaron esenciales en Segunda, con el caso de Rubén García como principal exponente. A ello hay que sumar el buen ojo de la dirección deportiva para incorporar a futbolistas que han marcado la diferencia, bien sea mediante el pago de cláusulas no muy elevadas –Chimy Ávila– o a través de un préstamo –Estupiñán–.

En todo caso, el principal valor de la permanencia ha radicado en la fuerza del grupo y en la plasmación de las señas de identidad de un equipo que, salvo en contadas excepciones, siempre ha mostrado un elevado nivel competitivo, independientemente del rival que tuviera enfrente. Ello se ha reflejado en los magníficos resultados obtenidos, de manera especial frente a aquellos contrincantes directos en la lucha por mantenerse en Primera.

Los equilibrados guarismos del conjunto rojillo, tanto ejerciendo de local –ya se sabía que resultaría complicado mantener la solidez de El Sadar en la máxima categoría– como de visitante, corroboran una regularidad digna de elogio. Nunca los pupilos de Arrasate han pasado de encajar más de dos derrotas ligueras consecutivas, demostrando que han sabido reponerse con rapidez a los malos momentos habidos.

Incluso del mazazo moral que supuso ver cómo su máximo anotador –un tercio de las dianas marcadas por el equipo– caía lesionado a finales de enero y se perdía lo que restaba de temporada. El vestuario supo encajar con fortaleza semejante contratiempo y se repartió la tarea goleadora entre sus diferentes líneas, manteniendo la filosofía correosa y peleona que le ha caracterizado durante el presente ejercicio.

Todo ello basado en un trabajo intenso y bien diseñado que ha dado sus frutos para que el club pueda iniciar una nueva consolidación entre los grandes, con todo lo que ello supone desde el punto de vista institucional y económico, después de la importante y cercana zozobra que estuvo a punto de acabar con la entidad rojilla.

 

Mantener el bloque, una tarea &hTab;que no resultará nada sencilla

No será una tarea nada fácil, pero una de las claves de cara a la próxima campaña radica en conservar el grupo conformado en estos dos últimos años. El magnífico rendimiento particular de Chimy Ávila, Rubén García, Aridane, Nacho Vidal o David García, por mencionar a algunos jugadores destacados, no habrá pasado inadvertido para otros clubes, que buscarán pescar en el caladero rojillo.

Además, la volatilidad financiera generada a raíz de la crisis sanitaria y la importante inversión en la reforma del estadio pueden obligar a Osasuna a vender a alguno de sus dichos activos, en contra de criterios técnicos, para cuadrar una situación económica que genera dudas, después de las dos dimisiones casi consecutivas de sendos miembros de la comisión de control.

Paradójicamente, quizás pueda ayudar a mantener un bloque llamado a crecer todavía más futbolísticamente la inestabilidad e incertidumbre en el mercado veraniego motivadas por el Covid-19. Está por ver. N.M.