Con 431 positivos, un centenar menos que el viernes, el domingo puso el cierre a una semana en la que el coronavirus ha dado un salto en su expansión y ha causado que ya se empiece a hablar, también desde las instituciones, de una segunda oleada.

Durante la semana pasada se detectaron 2.649 casos de covid-19 en Hego Euskal Herria, con un pico de 538 hace tres días, cifras que no se habían alcanzado desde el pico de la pandemia, entre marzo y abril, cuando nos hallábamos en pleno confinamiento. La evolución ha sido tan inquietante que la consejera de Salud de Lakua, Nekane Murga, y el lehendakari Iñigo Urkullu se han dirigido a la ciudadanía para advertir de la situación, mientras en Nafarroa han tomado medidas más restrictivas respecto al horario de la hostelería.

¿Toque de queda?

En ese contexto general, preocupante, la jornada de ayer aportó al menos un respiro, con una bajada sustancial de nuevos casos y sin subidas en ningún herrialde. Así, Bizkaia registró veinte casos menos que la víspera, 248, Nafarroa pasó de 102 a 89, Gipuzkoa se quedó en medio centenar, siete menos que el sábado, y Araba volvió a ser el territorio con menos contagios, 43 frente a los 61 del día anterior.

Además, llama la atención el número de test PCR realizados en la CAV, 6.566, una cifra mayor que en las jornadas precedentes, algo que da mayor valor al dato de los positivos. Con todo, los próximos días se podrá ver si hay un cambio de tendencia, una estabilización o si, al contrario, vuelve a haber un repunte como la semana pasada.

Mientras tanto, y después del mensaje en el que Urkullu abría la puerta a la adopción de nuevas medidas para acotar el covid-19, el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, no descartó ayer que entre ellas se encuentren los toques de queda, que se aplican en otros lugares y que fueron citados por el propio lehendakari.

Preguntado en una entrevista en la cadena Ser por si ve factible esta medida concreta, Urtaran señaló que las medidas que se están adoptando para frenar la expansión del coronavirus no se toman para «fastidiar» a ningún sector o colectivo, sino que pretenden evitar «la adopción de medidas más drásticas, que podrían ser más perniciosas para nuestra vida social y económica». «Todas las medidas encaminadas a mantener la situación sanitaria controlada son absolutamente bienvenidas y necesarias», añadió y apostilló que «no descarto ese tipo de medidas llegado el caso».

Residencia en Bizkaia

Esa y otras decisiones estarán condicionadas por la evolución de una pandemia que, más allá de los datos globales, está dejando varios puntos de atención en las últimas semanas. Así, la Diputación de Bizkaia informó ayer de que ha detectado en los últimos días ocho infectados por coronavirus entre usuarios de una residencia de mayores de Bilbo, en la que además varios trabajadores han sido aislados por dar positivo en las pruebas PCR. Según informaron fuentes de la institución foral, que no facilitaron el nombre de la residencia afectada, en la que han quedado suspendidas las visitas presenciales, los nuevos casos se han detectado gracias a las pruebas de vigilancia preventiva que se llevan a cabo en busca de posibles positivos.

En los últimos días, estas pruebas de vigilancia preventiva se han centrado en áreas con especial presencia de casos positivos, y en esta tarea han detectado el positivo de una persona trabajadora en esa residencia de Bilbo, lo que activó todo el proceso de «respuesta rápida», según indicaron las mismas fuentes, citadas por la agencia Efe.

De esta forma, se han detectado ocho positivos entre las personas usuarias de una misma planta, tras un cribado completo de la residencia (74 personas usuarias y 150 profesionales). Ello ha ocasionado el trasladado de esas ocho personas, que serían asintomáticas, a la Unidad Residencial Sociosanitaria Especializada de Birjinetxe y el aislamiento de varias personas trabajadoras con positivo en PCR.

Asimismo, la Diputación vizcaina ha procedido a la sectorización del centro afectado por alas en cada una de las plantas con el fin de reducir al máximo el riesgo de expansión del virus y el contacto entre personas de diferentes sectores, y ha suspendido las visitas presenciales en el centro residencial afectado y las ha sustituido por videollamadas u otros sistemas telemáticos para facilitar la comunicación de las personas usuarias con sus familias y allegados.

En la actualidad, hay 28 trabajadores de residencias con positivo confirmado y otros 55 en aislamiento, sin confirmación todavía de tener el virus. Además, la unidad de Birjinetxe para atender casos de infección por covid acoge a 23 personas. Doce son usuarias de la red de residencias y once son personas en situación de fragilidad que están realizando la cuarentena tras su ingreso hospitalario.