Natxo MATXIN
FÚTBOL

Las escuadras vascas, las más afectadas por las gradas vacías

Real, Athletic y Alavés han visto reducido su rendimiento casero prácticamente a la mitad; Eibar y Osasuna se han resentido menos.

Los números no dejan lugar a dudas. La mayoría de equipos vascos de Primera han sido los más perjudicados por la ausencia de sus incondicionales en las gradas. El viejo tópico que no siempre se ha cumplido de que nuestras aficiones suelen ser las que más contribuyen con su aliento a la consecución de puntos esta vez sí que se puede dar por cierto con datos en la mano. Los guarismos así lo demuestran: hay un antes y un después con motivo de la pandemia.

Para corroborar dicha tesis, se han contabilizado, por un lado, los puntos obtenidos en propio feudo durante la campaña 2019-20 hasta la clausura de los estadios y, por otro, los que se han sumado, también como locales, desde que no hay aficionados en los campos, tanto del último tercio del pasado ejercicio, como de las jornadas que se llevan disputadas del presente. Los datos avalan la consideración de que muchos de nuestros equipos han resultado perjudicados.

Que se lo digan a la Real que, coincidiendo con el cambio de año, comenzó una sobresaliente singladura casera –única mácula, el tropiezo con el Villarreal– que le estaba catapultando en dirección a la Champions League, hasta el punto de colocarse tercera en la tabla –empatada a puntos con el Sevilla– a finales de febrero. En conjunción con su hinchada, el estadio de Anoeta se convirtió en todo un fortín que permitía marchar en volandas a la escuadra txuri urdin.

Todo se truncó, sin embargo, con la aparición del coronavirus y el posterior cierre de los estadios al público. A partir de ahí, los de Imanol Alguacil han navegado de manera irregular sin el aliento de la grada. Con diferencia, la Real es el conjunto de la máxima categoría que se ha visto más afectado en su rendimiento casero de puntos, que se ha quedado en la mitad con respecto al que venía manteniendo antes de la pandemia.

No le anda a la zaga el Athletic, el segundo más perjudicado de Primera por las circunstancias extraordinarias que han sobrevenido en los últimos meses. Los rojiblancos, que llevaban una trayectoria casera casi inmaculada en el último trimestre de 2019, ya comenzaron a flaquear en San Mamés con la llegada del nuevo año. Como si presagiaran lo que se venía encima, los tropiezos en forma de derrotas y empates se convirtieron en una constante en La Catedral bilbotarra.

El problema para los dirigidos por Gaizka Garitano es que esa negativa dinámica no solo no se frenó, sino que se vio claramente acentuada con los graderíos vacíos. Ello les privó de luchar en el último tramo por ocupar puestos europeos y, lo que es peor, esta dinámica adversa se ha venido prolongando en el inicio de la actual temporada, con un doloroso tropiezo ante el recién ascendido Cádiz.

Coqueteando con el descenso

La lista de escuadras vascas damnificadas de manera sustancial por no poder contar con el aliento de sus incondicionales continúa con el Alavés, que no se sitúa muy lejos de los dos anteriores equipos en cuanto a la diferencia en la media de puntos locales en función de la presencia de público o no. Ese descenso en el cómputo casero provocó que el conjunto babazorro coquetease peligrosamente con el descenso en la última fase de la liga pasada.

Tras la reanudación del torneo doméstico a mediados de junio pasado, los albiazules solo consiguieron sacar adelante un encuentro en Mendizorrotza, el derbi en el que se midieron a la Real. Curiosamente, la otra única victoria que han logrado en el presente campeonato también ha sido contra un equipo vasco, el Athletic, en esta última jornada antes del presente parón liguero por selecciones. Con el Alavés, son tres de los nuestros entre los cinco más perjudicados entre el pre y el post confinamiento.

Menor impacto ha tenido la falta de apoyo desde el graderío en lo que respecta al Eibar. El cuadro armero casi ha equilibrado cifras como anfitrión, sin que le haya influido demasiado no contar con el sostén de los suyos. Cierto es, en todo caso, que el balance también le sale negativo, aunque no en la medida de los anteriores casos.

Ese recuento adverso viene provocado especialmente por el mal recorrido que como local están materializando los de Mendilibar en la presente campaña, con tres encuentros disputados en Ipurua sin haber conseguido firmar todavía una victoria muy necesaria.

Osasuna, la excepción

Osasuna es momentáneamente la excepción al mal papel de los conjuntos vascos ejerciendo de anfitriones. Y es que, gracias a su última victoria contra el Celta, los rojillos lograron revertir la comparativa adversa que hasta el encuentro frente a los gallegos estaban manteniendo. Habría que destacar que los pupilos de Jagoba Arrasate son los que mayor regularidad han venido manteniendo, pese a no contar con el ánimo de El Sadar, un factor que se dejó notar sobremanera en la imbatibilidad que la escuadra navarra mantuvo en su feudo en el ejercicio del ascenso y en gran parte del inicio de la campaña anterior.

Esa cierta estabilidad casera les permite ocupar un honroso quinto puesto de menor incidencia por la falta de espectadores, solo superados por conjuntos que van a disputar competición continental. En todo caso, el reformado estadio rojillo está deseando ver cómo se ocupan sus asientos a la mayor brevedad posible.

Además de Osasuna, solo hay otros cuatro conjuntos que pueden alardear de no haberse resentido por el hecho de tener que disputar sus envites a puerta cerrada. Todos ellos se vieron premiados por tal consistencia escalando posiciones en la tabla clasificatoria, superando a rivales que estaban por delante antes de la pandemia y logrando el título liguero, como sucedió en el caso del Real Madrid. La lista completa se puede consultar en el gráfico que acompaña el texto.