Raimundo Fitero
DE REOJO

Paso a paso

Andar es un proceso automatizado en nuestro cerebro que manda las órdenes al sistema nervioso central y de ahí todo se armoniza y si nos pusiéramos a pensar en el acto de andar, nos podríamos caer. Un paso tras otro. Paso a paso. Así vamos hacia el desastre final. El ambiente se está volviendo casi irrespirable y las noticias, las estadísticas, las cifras un hablan tanto como las malas letras, las letras cargadas de engaños, trucos y trampas semánticas. En el mundo hemos entrado en una rutina de añadir cada día medio millón de afectados por la covid-19, que a poco que ajustemos estos datos con la realidad oculta, los que no se contabilizan, se ignoran o se ocultan, el asunto adquiere una gravedad inusitada.

Se están produciendo protestas por las medidas de restricciones de movilidad o de cierre horario de actividades. Una parte de la ciudadanía está empezando a rebelarse contra unas decisiones que no están claras se tomen a partir de estudios serios, contrastados, científicos de la pandemia y la manera de cortar su expansión. Las variables tan exageradas que se toman desde autoridades colindantes provocan incredulidad, lo que lleva a que algunos sin ser negacionistas, ni tierraplanistas, piensen que aplican restricciones como postura represiva sin haber demostrado su efectividad.

Paso a paso vamos creciendo en la estupefacción. En el entrono de cada uno de nosotros tenemos noticias contradictorias. Los trabajadores de la sanidad hablan del colapso, quienes ven como les aumentan una hora más para cerrar bares y restaurantes, mientras a su hermano le han dejado sin poderse tomar un café o un cubata. Paso a paso hacia la desgracia, que parece va a ser una nueva y drástica decisión de confinar a toda la población otra vez. Y será una orden europea, me temo.