Con la atención fijada en las últimas horas en los focos detectados en los centros hospitalarios de Basurto, Donostia, Gorliz y Aita Menni, en Arrasate, que afectan a unos doscientos profesionales sanitarios, los datos de contagios recabados el jueves confirman la evolución observada esta semana, con Nafarroa reduciendo su incidencia acumulada a niveles de hace más de un mes y la CAV en una situación de relativa estabilidad.

De hecho, en Hego Euskal Herria Bizkaia es el único herrialde donde la pandemia mantiene una tendencia expansiva, ya que tanto Araba como Gipuzkoa han logrado que el número reproductivo básico caiga por debajo de 1 –ayer estaba en 0,91 en Araba y 0,98 en Gipuzkoa–. Bizkaia, por contra, mantiene la Rt en 1,04, por encima del número que marca el límite entre un virus en expansión o en retroceso.

Los 653 positivos detectados el jueves –son diez días consecutivos por encima de los seiscientos, una cifra que solo se había alcanzado dos veces antes– elevaron la incidencia acumulada de Bizkaia hasta 751,89 casos por cien mil habitantes, por encima de los 721,06 de Nafarroa, que durante dos meses ha sido el herrialde con mayor afección en Hego Euskal Herria y que ahora solo tiene por detrás a Araba.

A diferencia de Nafarroa, primero, y Gipuzkoa, después, que han vivido subidas fulgurantes en el número de contagios con unas semanas de diferencia, y al contrario de lo que ocurrió en primavera, Araba ha mantenido un incremento bastante suave en la afección del covid en esta segunda ola. Y en las últimas jornadas se mantiene casi plana: con los 137 nuevos contagios reportados ayer, ese herrialde tiene una incidencia acumulada de 550,67, por debajo de la de hace cuatro días y casi a la par de la semana pasada: 537,55.

Sigue en zona roja y, por tanto, en una situación de muy alto riesgo, pero Araba registra con bastante diferencia los mejores datos desde el pasado verano.

Por encima de 1.000 casos

Aunque igual que Araba Gipuzkoa tiene la Rt por debajo de 1, la situación dista de ser la misma, sobre todo porque su incidencia acumulada es más del doble.

Gipuzkoa, que ayer notificó 619 positivos, la cifra más alta de toda la semana, está en una especie de impasse, en el que no empeora pero tampoco consigue mejorar, y sus datos son tan malos –1.113,36 casos por cien mil habitantes en 14 días–, que cualquier nuevo empeoramiento puede hacer que la situación sea insostenible. Eibar, con 56 nuevos contagios el jueves, es la localidad de más de cinco mil habitantes que peor está, pues tiene una incidencia de 2.437,05, casi cinco veces más de lo necesario para entrar en zona roja, pero hay 21 municipios guipuzcoanos que superan el millar de casos de incidencia acumulada.

En el informe de Osakidetza, solo otras dos poblaciones importantes, Basauri y Ermua, en Bizkaia, rebasaban ese listón.

Además, en Gipuzkoa se ha registrado la última víctima entre usuarios de las residencias de mayores. Se trata de una persona residente en Sagrado Corazón de Errenteria, un centro donde vivía otra persona fallecida esta misma semana. Además, la Diputación informó el jueves de otros dos fallecimientos, entre residentes de los centros de Txara II y Zorroaga de Donostia, y ya son 55 las personas de este colectivo que han muerto en ese herrialde en la segunda ola.