EDITORIALA
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Hay «errores» y hay actitudes erróneas

En el informe epidemiológico del martes Osakidetza corrigió los datos de ocupación hospitalaria de los anteriores catorce días. La diferencia en algunos casos era de hasta un 20% más de ingresados respecto a las cifras que habían sido oficiales hasta ese momento. Es una cantidad importante, no es una inexactitud en los decimales: son muchas personas y muchas camas hospitalarias. La causa del desfase es que en los informes no se incluía a los pacientes que habían dado positivo en test de antígenos, que llevan utilizándose de forma generalizada desde hace casi dos meses y cuyos resultados a la hora de detectar nuevos positivos sí que se notifican diariamente.

Ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, reconocía un «error» en la recogida de datos, para a renglón seguido culpar a los medios de hacer una interpretación equivocada de lo ocurrido, en lo que parece ya una costumbre institucional. El caso es que si ha habido un error, la responsabilidad primera y principal será de quien tiene la competencia de recolectar esa información, mientras los medios de comunicación pueden y deben preguntar e indagar sobre la naturaleza de lo ocurrido, y también interpretarlo, especialmente cuando la política comunicativa del Ejecutivo sobre esta crisis no es precisamente brillante.

Por ejemplo, Lakua sigue sin hacer públicos los datos sobre los espacios en los que la gente se contagia, una información que, a nadie se le escapa, es muy difícil de lograr al detalle, pero que cualquier Gobierno que hace frente a una pandemia debe manejar de forma mucho más concisa de la que transmite el departamento que lidera Sagardui. Las interpretaciones equivocadas y, lo que es peor, la desconfianza de la ciudadanía respecto a las decisiones que adoptan las instituciones son en gran medida hijas de la falta de información y de las declaraciones interesadas de algunos políticos. Un contexto tan complicado como este exige dar información fiable, y más allá de errores puntuales, hay formas de actuar, sobre todo en el ámbito comunicativo, que están siendo equivocadas desde hace nueve meses.