Raimundo Fitero
DE REOJO

Presagios

Atrapado en la duda, ¿es lo mismo un augurio que un presagio? Una ley para regular la eutanasia es un acto de amor a la persona, a su dignidad. Que la extrema derecha española se ponga en contra es un buen presagio. Como hizo contra el divorcio o el casamiento de personas del mismo sexo, se trata de medidas legislativas que son necesarias socialmente y que ellos, los mismos cínicos que votan no, la usarán a la primera ocasión que se les presente la oportunidad. Así es esta derechona tardofranquista que va escupiendo sus miserias bajo los palios de la jerarquía eclesiástica más rudimentaria de todo ese occidente que mencionan desde la más severa ignorancia cultural. Pero si en Nápoles, la sangre de San Genaro no se licúa como es tradición, los malos presagios empiezan a correr por los cuerpos sociales más intransigentes, los especuladores de las mentiras empiezan a elaborar tesis catastrofistas, los poderes públicos deben poner una vela a un dios y otra un diablo para poder tomar decisiones desde la iniciativa política inspirada no por los milagros, sino por la planificación científica. Esa que parece llegar a nuestros ambulatorios en medio de un sorprendente secretismo.

El día 26 de diciembre llegarán desde Europa las dosis de vacunas a los lugares secretos donde se almacenarán para su distribución, también secreta, a los lugares de uso por la ciudadanía a partir del día siguiente, según un protocolo tasado por prioridades operativas y de salud. Ese secreto aumenta la incertidumbre. Piensan las autoridades en boicots, robos y otras obstrucciones a esta etapa de la covid-19 que en USA se ha representado con el vicepresidente actual poniéndose la vacuna ante las cámaras para que sirva de ejemplo. Un buen presagio. El augurio de entrar en los meses más duros está sin abolir.