Derecho al aborto, un paso más en la lucha feminista
El verde coloreó ayer las calles de Argentina y de buena parte del mundo tras aprobar el Senado la legalización y despenalización del aborto en el país. Una medida esperada y luchada gracias a la cual las mujeres podrán acceder en el sistema de salud al aborto, de forma gratuita y segura, hasta la semana 14 de gestación. Más allá de ese plazo podrán hacerlo en caso de violación o si su vida corre riesgo, como ya contemplaba la ley hasta ahora. También se autoriza la objeción de conciencia de los facultativos que no deseen practicarlo. Se trata de un avance más en la libertad sexual de las mujeres al tiempo que contribuye a reducir los abortos clandestinos y el riesgo que ello implica.
El proyecto, que ya fue aprobado el pasado 11 de diciembre por los diputados, fue aplaudido por colectivos feministas y defensores del derecho al aborto. Como era de esperar, sus detractores manifestaron su decepción, como lo hicieron los senadores que se posicionaron en contra. Esto muestra que aún existe un debate abierto en torno a una cuestión que busca garantizar los derechos y la salud de las mujeres y que cuesta desvincular de otras cuestiones más ligadas a juicios morales y argumentos religiosos alentados por los sectores ultraconservadores.
Igual que vimos ayer en Buenos Aires a miles de mujeres emocionadas por un logro llegado tras años de lucha, hace un mes veíamos como en Polonia alzaban la voz ante el intento del Gobierno de prohibir el aborto logrando posponer la tramitación parlamentaria. En Euskal Herria también hemos sido testigos de esta lucha para que las mujeres puedan decidir sobre sus propios cuerpos. La inmediata respuesta en las redes sociales con alegría manifiesta por este nuevo paso refleja, en este sentido, que el trabajo realizado durante años por feministas incansables está dando su fruto también a nivel de concienciación. Un avance en el camino que contribuye a mantener la perspectiva y continuar luchando.