«Naziometroa», termómetro y brújula
Dos de cada tres vascos y vascas (63%) cree que debería tener derecho a decidir su futuro político. En la Comunidad Autónoma Vasca es el 64% de la ciudadanía la que apoya el derecho a decidir, en Ipar Euskal Herria, el 58%, y en Nafarroa, el 63%.
Son algunas de las conclusiones de la primera medición del Naziometroa que acaban de publicar el Laboratorio Telesforo Monzón y el grupo de investigación de la UPV Parte Hartuz. Consideramos este nuevo barómetro sobre soberanía muy valioso: por un lado, porque medirá y analizará las opiniones de la ciudadanía de toda Euskal Herria, y por otro, porque, con una frecuencia semestral, nos ayudará a entender las tendencias, más allá de lecturas coyunturales.
La conclusión más clara de esta primera medición: la ciudadanía quiere participar más en la toma de decisiones. Tal y como se ha mencionado, el 63% ha asegurado que desea tener derecho a decidir su futuro político y sólo una de cada cinco personas se ha situado en el no. El 66% cree que en caso de existir un consenso político en su comunidad, Madrid o París deberían aceptar que la ciudadanía decidiera en referéndum, y sólo una de cada cinco cree que deberían prohibirlo.
También es significativo que, preguntadas por la Comunidad de Aglomeración del País Vasco, el Estatuto de Autonomía del País Vasco, y la Ley Foral de Amejoramiento de Navarra, sólo una de cada seis personas haya manifestado su conformidad con la normativa actual. El 30% desearía más competencias, y el 34%, un estatuto o normativa que recogiera el derecho a decidir.
El deseo de participar más en las decisiones es muy evidente. El 72% señala que se deberían consultar medidas relacionadas con temas sociales, ecológicos y económicos, y el 73% considera que se debería preguntar por los problemas cotidianos de su lugar de residencia. Por tanto, una amplia mayoría de la ciudadanía apoya modelos de gobernanza más democráticos y participativos que el actual.
Estado propio y bienestar. En un referéndum acordado con Madrid o París, el 42,5% de la ciudadanía vasca se mostraría a favor de un estado vasco, y un 31,5%, en contra. En el caso de Navarra, es significativo que, si en lugar de un estado vasco, se pregunta a la ciudadanía sobre uno navarro, aumenta la conformidad hacia un estado propio del 26% al 35%.
No podemos negar que es de gran interés conocer la opción que se impondría en un posible referéndum. Pero nos parece igual de remarcable saber que las posturas tanto a favor como en contra de un estado vasco o navarro no son opciones rígidas y que la opinión de la ciudadanía varía según las características de ese estado propio. Por ejemplo, un 40% de los que se muestran en contra o están en duda respecto a un estado propio cambiaría de opinión si en ese estado se desarrollaran las políticas sociales; y, en el sentido contrario, un 49% de los que estarían a favor haría una elección diferente si el nuevo estado quedase fuera de la UE. La situación económica o las políticas de igualdad de género también son factores que condicionan esta decisión.
A la vista de que tanto las posiciones a favor de la independencia como a favor del unionismo son cambiantes e incluso van más allá de los sentimientos de ciudadanía o identidad, nos parece necesario reforzar y ampliar el debate público en torno a los diferentes proyectos políticos, realizando a su vez análisis y previsiones de los posibles escenarios.
Además, ante la tendencia a entender la decisión sobre el estatus político y la toma de decisiones sobre políticas públicas concretas como dos debates separados, las conclusiones de este análisis confirman que desde la ciudadanía no se hace tal distinción. Los y las ciudadanas queremos decidir a todos los niveles y en todos los ámbitos.
Es el momento. No se puede retrasar más el debate. Más de uno o una pensará que en medio de una pandemia, inmersas en una crisis social y económica, no es el momento de actuar a favor del derecho a decidir. Y, si bien podemos entender las dudas, nos parece que, precisamente en estos tiempos, es clave abordar este tema de raíz. En las próximas semanas se decidirá, por ejemplo, a qué se van a destinar los Fondos Europeos para hacer frente a la crisis –la mayor partida de dinero que la Unión Europea ha emitido en ayudas y créditos–. Está en juego cómo saldremos de esta crisis o en qué dirección se definirá aquello que llamamos “la reconstrucción”, sobre la cual la ciudadanía no ha tenido la oportunidad de que su opinión sea tenida en cuenta. Por otro lado, también nos ha tocado vivir graves retrocesos antidemocráticos, como la represión contra el procès y la decisión de repetir el juicio del caso Bateragune. Frente a las tendencias reaccionarias, creemos que no sólo debemos defender nuestros derechos, sino también ampliarlos, y es que la única manera de no retroceder es avanzar.
Y existen oportunidades para avanzar. Desde Europa llega una nueva ola democrática, y si queremos estar preparadas para tomarla, tenemos que empezar a nadar desde hoy mismo. Puede que tengamos más cerca que nunca la posibilidad de legalizar eficazmente el derecho a decidir, y no estamos dispuestas a aceptar menos.
Naziometroa ha mostrado una amplia mayoría a favor del derecho a decidir, y ahora, es el momento de que los y las ciudadanas y agentes que conformamos esa mayoría sumemos fuerzas y avancemos con determinación en el camino hacia nuestra soberanía. Convencidas de que la recogida de firmas a favor del referéndum Hamaika Gara (www.hamaikagara.eus) puede ser una buena base para ello, nos enfrentamos al reto de aunar el compromiso de miles y miles de ciudadanos y ciudadanas. Y para cumplir este objetivo, necesitamos la colaboración de