GARA
WASHINGTON

Trump acaba su mandato enfrentado a los líderes del Partido Republicano

El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha redoblado su desafío a los líderes del Partido Republicano, aumentando la división en el Great Old Party en los últimos días de su mandato y en vísperas de una elección parcial en Georgia en la que se juega la mayoría en el Senado y todo el equilibrio de poder de la próxima legislatura.

Trump expresó su frustración a través de tuits particularmente virulentos por la perspectiva cada vez más sólida de que el Congreso rechace su veto al presupuesto de Defensa. Después de que el lunes en la Cámara de Representantes un centenar de electos republicanos ya desairaran al magnate, los senadores votan por turnos esta semana sobre el presupuesto. «El débil y cansado liderazgo (republicano) permitirá que se apruebe la mala ley de defensa», denunció el presidente saliente.

Mitch McConnell, líder republicano del Senado, dejó claro poco después que no se dejaría engañar por los tuits presidenciales y pidió, en un mensaje de desafío al mandatario, que se rechace su veto.

Trump lleva la pelea con el partido a todos los campos. También al de las teorías de conspiración para negar su derrota ante el demócrata Joe Biden. «La dirección del Partido Republicano elige el camino de la mínima resistencia. Nuestros líderes (¡no yo, por supuesto!) Son patéticos. ¡Lo único que saben hacer es perder!», afirmó.

Además, sus cambios en el plan de estímulo a la economía han puesto a los senadores republicanos en una situación embarazosa. Trump exige una mayor cuantía de las ayudas directas, lo que supone herejía para algunos conservadores.

Muchas voces en el partido se muestran preocupadas por esta estrategia de tierra arrasada del presidente a menos de un mes de su salida del poder, pero también cuenta con partidarios. Algunos de estos colaborarán al oponerse a la ratificación de la victoria electoral de Biden durante la sesión del Congreso programada con ese objetivo el día 5, lo que forzará un voto sobre el resultado de las elecciones, una maniobra abocada al fracaso pero que asegura un largo debate y más divergencias en la formación.