GARA
ROMA

El Open Arms pide un puerto para 265 rescatados

Las 265 personas rescatadas en el Mediterráneo en los últimos días por el barco Open Arms esperan que algún país acepte conceder a la ONG catalana un puerto seguro para desembarcarlas. El Open Arms, que se encuentra a unos 100 kilómetros de la isla de Lampedusa, ha recogido a estas personas, la mayoría procedentes de Eritrea, en dos rescates separados en las costas libias, y hasta ayer había recibido el rechazo de Malta y el silencio de Italia.

El barco ‘Open Arms’ buscaba ayer un puerto seguro para las 265 personas que ha rescatado en el Mediterráneo en los últimos días en medio del frío y el empeoramiento de las condiciones del mar.

El barco de rescate, que se encontraba a unos 100 kilómetros de la isla italiana de Lampedusa donde ha tenido que acercarse para resguardarse del mal tiempo, pidió un puerto seguro en el que desembarcar a Malta, que respondió con una negativa, y a Italia, de la que no había recibido aún respuesta.

A bordo del barco se encuentran hombres, mujeres y niños recogidos por el barco en dos rescates separados frente a las costas de Libia: el primero el día de Año Nuevo, con 169 personas, y el segundo el sábado, cuando lograron rescatar 96 personas más en una situación de emergencia.

Entre ellas hay al menos catorce mujeres y 63 menores, seis de ellos muy pequeños y cuarenta que viajan sin acompañante.

«Y, mientras esperamos un puerto seguro, la cubierta de nuestro barco se convierte en un patio de recreo. Hace frío y el tiempo empeora, necesitan bajar a tierra de inmediato», señaló Open Arms. «Necesitan un puerto seguro y ser tratados como personas. Sin olvidar que escapan de la violencia de Libia y que se les rescató después de pasar días sin agua ni comida en altamar», subrayó en su cuenta de Twitter Oscar Camps, fundador de la ONG.

«Personas de un lado y de otro del Mediterráneo se dan la mano. Personas con iguales derechos. Proteger sus vidas no es más que defender los derechos de cualquier ser humano, venga de donde venga», resaltó.

Muchos de los embarcados son originarios de Eritrea, según la ONG. El barco había zarpado del Estado español poco antes de Navidad en su nueva misión en el Mediterráneo central.

La ONG catalana explicó entonces que iba a ser en el mar la única embarcación de una entidad humanitaria que no está bloqueada en esos momentos.

Las autoridades italianas tratan de desalentar tales iniciativas y argumentan que es más probable que los migrantes salgan de África si creen que serán rescatados por tales grupos.

Un total de 34.134 migrantes llegaron a Italia en 2020, casi el triple que en el año anterior, según los datos publicados por el Ministerio del Interior.

El Gobierno italiano ha pedido a la UE reiteradamente durante todo 2020, como hace desde hace años, que diseñe un plan de gestión conjunto de las aguas del Mediterráneo Central.

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio, ha insistido al respecto en varias ocasiones y ha solicitado de nuevo esta semana que la Comisión Europea muestre valentía para aprobar «una respuesta común al tema de la inmigración» y deje de estar «inmóvil», mientras decenas de miles de personas huyen de sus países de origen e intentan llegar a Europa.

Di Maio ha defendido los corredores humanitarios para facilitar el acceso de estas personas a Europa en condiciones de seguridad y que su redistribución se realice por cuotas entre todos los países miembros.

Pero estas cifras también han sido utilizadas por el partido ultraderechista Liga, que ha acusado al Ejecutivo de Giuseppe Conte de permitir la entrada de estas personas de forma indiscriminada y ha echado mano de sus habituales discursos contra la inmigración.