Hay oficios que imprimen carácter. Si lo miras mejor, hay oficios que si no tienes un carácter específico parece muy difícil que te decantes por ellos. Médico forense es uno de esos oficios que han alcanzado un reconocimiento social a través de las series televisivas. En esas ficciones se trata de crear una mitología sobre la capacidad de diagnóstico de esos profesionales de la medicina que tienen tiempo, espacio y elementos para analizar las vísceras y todos las partes de un cuerpo para descubrir lo conocido y hasta lo irreconocible, para bien de la ciencia o de la instrucción policial.

El presidente extremeño Fernández Vara es médico forense, por eso cuando hace algunas declaraciones no se sabe bien si se dirige a los muertos o a los vivos. Si está utilizando un diagnóstico precoz, una constatación de ADN a un sospechoso o simplemente siente esa necesidad que arrastra a los políticos a convocar ruedas de prensa o a escribir en las redes sociales con el único objetivo de dejar constancia de su existencia. Pablo Casado es el ejemplo más delirante de esta inutilidad con vídeo diario. Últimamente siempre de chico del coro de Ayuso. Mal va.

Extremadura está pasando por sus peores momentos en la pandemia, destacándose al alza en contagiados, ingresados y todos esos tristes parámetros, pero haciéndolo también a la baja, con la vacunación. Y es ahí donde aparece este señor tan de derechas diciendo que el retraso era debido a que estaban mirando a ver si las vacunas funcionaban, no fueran a crea más problemas y efectos secundarios. Declaración de libro de un antivacunas. No se puede ser más insolvente política y científicamente. Su gestión sí produce daños colaterales. Diga la verdad y así ese Juez Supremo de las redes sociales, como usted llama, no se mofará con tanta sorna de su desfachatez.