Se acabó la incógnita. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) quiso despejar ayer las dudas que acompañaban a la campaña catalana y confirmó que no avala el aplazamiento de las elecciones decretado por el Govern con el apoyo de la mayoría de partidos. Las urnas se colocarán el 14 de febrero.

Los tribunales se erigen así, ahora, en defensores del «derecho a voto», principio que prevalece pese a la alta presión hospitalaria que se espera para la jornada electoral. Con su decisión, el TSJC dio la razón a una serie de recursos contrarios al aplazamiento, algunos de ellos presentados por organizaciones de la órbita del PSC, a quien convienen las elecciones en el corto plazo para tratar de aprovechar el factor sorpresa del exministro Salvador Illa.

Encuestas enfrentadas

La campaña, por lo tanto, está lanzada, y la demoscopia ha empezado su juego. No hay como comparar el CIS y el CEO para confirmar que las encuestas electorales son poco más que armas arrojadizas. El CIS español, cuyos sondeos hace tiempo que vienen siendo señalados como poco más que propaganda, auguró hace una semana una victoria del PSC (30-35 escaños), seguida de ERC (31-33) y Junts (20-27). La encuesta –todo un espaldarazo a la «Operación Illa»– auguraba una mayoría parlamentaria no independentista.

Ayer fue el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, cuyos sondeos no levantan tanta polvareda como los del CIS, pero también han sido señalados como parciales. Según este organismo, la victoria sigue estando en manos de ERC (34-35 escaños), seguido de Junts (32-34) y con el PSC en tercer lugar (26-29). De esta forma, el CEO puso en cuestión el denominado ‘efecto Illa’ y auguró una amplia mayoría independentista en el hemiciclo catalán. De hecho, CEO aseguró en su encuesta que el soberanismo aglutinaría el 51,2% de los votos, logrando por primera vez los votos de más de la mitad de los electores.

Que cada organismo barre para casa parece evidente, la pregunta es quién lo hace en mayor medida y quien se acerca más a la realidad. En lo que coinciden ambas es en que estas elecciones son cosa de tres –ERC, Junts y PSC– y en que, vistas las pequeñas diferencias, la futura gobernabilidad tendrá que implicar al menos a dos estos tres partidos. El orden de los factores la noche del 14 de febrero, desde luego, alterará el producto final.

Los presos políticos, en semilibertad y en campaña gracias al tercer grado

Los presos políticos de Lledoners salieron ayer en semilibertad –dormirán en prisión entre semana– y podrán participar en la campaña, después de que la víspera el Departamento de Justicia de la Generalitat aceptase el tercer grado para ellos y para Dolors Bassa. Queda en la cárcel Carme Forcadell, cuyo caso todavía está pendiente de revisión.

Se espera que la Fiscalía –nombrada por Pedro Sánchez– recurra la progresión de grado, lo que volverá a dejar la pelota en el tejado del TS, que ya revocó hace unos meses el tercer grado a Bassa y Forcadell.B.Z.