Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA

16 departamentos confinados y un toque de queda a las 19.00 horas

Desde este fin de semana nuevas medidas de confinamiento rigen para los ciudadanos de 16 departamentos franceses a causa del avance imparable del covid-19. No es el caso del departamento de Pirineos Atlánticos, que incluye a Ipar Euskal Herria, donde, según las cifras difundidas ayer, la tasa de incidencia alcanzó en los siete días precedentes los 65,5 positivos por 100.000 habitantes.

En Nafarroa Beherea, Lapurdi y Zuberoa solo se hará sentir una de las medidas anunciadas ayer por el primer ministro francés, Jean Castex. Adelantándose al cambio de hora, que haría si cabe más difícil de asumir la obligación de permanecer en casa desde las 18.00, el inquilino de Matignon anunció que el toque de queda se establecerá en todo el Hexágono a las 19.00.

Es la cuestión en la que el Gobierno galo abrirá algo la mano, ya que, aunque sin volver al escenario de cierre estricto, como el aplicado en la primera ola y, con matices, en noviembre, París opta, de hecho, por un nuevo modelo de confinamiento.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha resistido hasta el final a aplicar las recomendaciones del consejo científico y ha tratado de ganar tiempo a la espera de que la campaña de vacunación diera sus resultados, todo con tal de evitar a los 18 millones habitantes de la metrópoli parisina las restricciones que ya sufren, eso sí solo durante el fin de semana, los vecinos de Dunkerque y Niza. Finalmente, los hospitales saturados –4.269 camas de reanimación ocupadas– y el avance imparable de la variante británica –implica ya 3/4 de los positivos– han provocado que la opción del cierre de dos días por semana no baste y tampoco sirva confinar solo los 13 departamentos de la región metropolitana. Así, Alpes Maritimes, Seine Maritime y Eure también se confinan. Desde el fin de semana, los ciudadanos de esos territorios podrán salir a tareas esenciales, aunque se preconiza el teletrabajo. Las escuelas abrirán el lunes, pero cerrarán los comercios no esenciales. Los ciudadanos podrán coger el transporte público, pero no viajar a otras regiones. Una medida genera dudas de aplicación: la posibilidad de salir, durante el día, en un radio de diez kilómetros, para hacer actividad física.