GARA
ADDIS ABEBA

Dos campamentos de refugiados en Tigray han sido «completamente destruidos» en la ofensiva

La ONU denunció ayer que dos campamentos de refugiados situados en la región etíope de Tigray, en el norte de Etiopía, han quedado «completamente destruidos» durante los combates desencadenados a raíz de la ofensiva lanzada en noviembre por el Ejército contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF). El portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) Boris Cheshirkov explicó que han logrado acceder a los campamentos de Shimelba y Hitsats por primera vez desde noviembre y comprobar que las instalaciones han sido destruidas y saqueadas.

Precisó que en el caso de Hitsats, la mayoría de los alojamientos en la conocida como Zona A, además de las oficinas de ACNUR y la vivienda de invitados, «han sido incendiados hasta los cimientos».

«La misión ha confirmado lo que las imágenes por satélite y los relatos de los refugiados indicaban desde principios de año», lamentó.

«ACNUR está profundamente preocupado por el bienestar de los refugiados eritreos que residían allí, todos los cuales han huido de los campamentos», manifestó, antes de resaltar que la misión ha visitado la ciudad de Shiraro, donde se cree que están parte de los refugiados, que necesitarían «urgentemente» apoyo y seguridad.

De los cerca de 20.000 refugiados que vivían en los dos campamentos destruidos, más de 7.000 han logrado llegar a otros dos –los de Mai Aini y Adi Arush–, ya sea por su cuenta o con apoyo de las autoridades etíopes.