Fallece el activista catalán y emblema antimilitarista Arcadi Oliveres a los 75 años
Comprometido con la defensa de la democracia durante el franquismo y firme detractor del militarismo, el economista y activista Arcadi Oliveres falleció ayer a los 75 años, acompañado por su familia y los miles de mensajes de apoyo recibidos en los últimos meses.
El economista, profesor universitario y activista catalán Arcadi Oliveres falleció ayer a los 75 años en su casa de Sant Cugat del Vallès, víctima de un cáncer que el propio Oliveres anunció que tenía a finales del pasado mes de enero. Tal y como explicó la familia Oliveres Künzi, sus familiares lo acompañaron hasta el último momento.
Desde el momento en que anunció su enfermedad y a través del blog «Paraules per a l'Arcadi» puesto en marcha por su familia, Oliveres recibió miles de mensajes de afecto de amistades, exalumnos, activistas o lectores de sus libros. De la misma manera, afrontó estos días compartiendo momentos con aquellos que lo habían conocido e, incluso, concedió diversas entrevistas a medios de comunicación en las que mostró, como siempre hizo, un firme discurso anticapitalista y antimilitarista, dos de las luchas que caracterizaban a Oliveres.
Nacido en Barcelona en 1945, Arcadi Oliveres participó desde joven en diversos movimientos democráticos en pleno franquismo. Discípulo del también activista por la paz Lluís Maria Xirinacs, Oliveres se implicó con asociaciones socialistas cristianas, así como en la defensa del autogobierno de Catalunya y la amnistía de los presos políticos de la dictadura.
En los años 80, su defensa de los derechos humanos y su firme oposición al militarismo lo llevaron a participar en la asociación Justícia i Pau, siendo presidente de esta entidad desde 2001 hasta 2014. Doctor en Ciencias Económicas, Oliveres compaginó su activismo político con la docencia, siendo profesor titular del Departamento de Economía Aplicada de la UAB.
De los muchos eventos históricos que Oliveres vivió, hay uno que lo marcó especialmente. No en vano, el economista siempre explicaba que desde el 26 de setiembre de 1975, cuando Jon Paredes «Txiki» fue fusilado en Cerdanyola del Vallès por su militancia en ETA, cada aniversario de la muerte del militante abertzale «duermo mal». Oliveres se implicó hasta el último momento para intentar evitar el fusilamiento de «Txiki» e incluso contactó con el Vaticano para lograr su mediación.
Asimismo, en 2015, Oliveres fue uno de los firmantes del manifiesto «Free Otegi, bring Basque prisoners home», en el que se pedía a Bruselas la liberación de Arnaldo Otegi, todavía encarcelado, y el cese de la política de dispersión aplicada a los presos vascos.