Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

La CAV registra los peores datos de ingresos y pacientes UCI en un año

En los siete últimos días, 677 personas han ingresado en los hospitales de Osakidetza a causa del coronavirus, la cifra más alta desde el mes de abril del año pasado. Además, las unidades de cuidados intensivos atienden a 173 pacientes, igualando el pico alcanzado en febrero. Y la evolución de los contagios sugiere que la presión no ha tocado techo.

Entrada de urgencias del hospital Donostia. Gorka RUBIO / FOKU
Entrada de urgencias del hospital Donostia. Gorka RUBIO / FOKU

Las olas, rebrotes o embestidas de la pandemia se han ido sucediendo una detrás de otra desde el verano pasado, con picos y mesetas, con subidas y bajadas, pero la situación no había sido tan crítica como lo está siendo ahora en los hospitales de Osakidetza, donde la presión se ha elevado hasta su punto más alto desde el mes de abril de 2020.

Exceptuando aquellas durísimas semanas de la primavera del año pasado, el momento actual es el más complicado desde el punto de vista asistencial, tanto por los datos diarios como por la sospecha fundada de que todavía no se ha tocado techo.

El jueves pasado, 114 personas tuvieron que ser hospitalizadas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, una cifra muy elevada, aunque no se trata de la más alta en lo que llevamos de semana, pues el lunes ingresaron 115 y el martes, 117. Y en conjunto, la media de ingresos en los siete últimos días es de 96,71, de modo que ya se han superado los 93 pacientes diarios que llegó a haber en noviembre del año pasado. Hay que retroceder un año para encontrar números más altos.

En aquella primera ola, pese a que estuvimos confinados desde mediados de marzo, se llegó a alcanzar una media de 202 ingresos diarios en la CAV, y hubo jornadas con más de medio centenar de fallecidos por covid-19.

La situación actual está lejos de ser como aquella, pero es crítica, sin matices. Sobre todo en Gipuzkoa, donde la evolución epidemiológica es, con diferencia, la peor en Euskal Herria, con la incidencia acumulada en 711 casos por cien mil habitantes, y en los hospitales se está viviendo las consecuencias de ese alto número de contagios diarios.

Eso está ocurriendo tanto en el número de personas que ingresan en planta como en las unidades de cuidados intensivos, cada día más tensionadas. Según el último boletín de Osakidetza, ayer había 173 pacientes en las UCI, ocho más de los que había apenas 24 horas antes.

Se trata de la misma cantidad de enfermos críticos que hubo en febrero, en la anterior oleada, y es, igual que ocurre con la media diaria de ingresos, la cifra más alta desde la primavera del año pasado. Esto es consecuencia, lógicamente, del alto número de contagios, pero también es resultado de que cada vez que los positivos han empezado a aumentar, lo han hecho desde una peor situación asistencial, pues no está pasando tiempo suficiente para vaciar las UCI.

Así, cuando comenzó la ola de otoño, en octubre, había 45 pacientes de covid-19 en cuidados intensivos, 26 menos que los 71 que estaban siendo atendidos cuando los contagios volvieron a remontar en enero. Mientras que este último rebrote empezó con 80 enfermos en las UCI.

Esa cifra ya se ha doblado después de 43 días de incremento ininterrumpido en la afección del virus en la CAV, donde, además, no se aprecia una mejora a corto plazo, salvo en Araba, donde la incidencia acumulada lleva dos días bajando, hasta 437.

El ejemplo de Nafarroa

Además de la evolución de Araba, otro dato que podría catalogarse como positivo, y que apuntaba el informe del LABI técnico el jueves, es la incidencia semanal, donde se aprecia una bajada de casos respecto a la semana pasada en todos los herrialdes salvo en Gipuzkoa, donde han detectado 222 más.

Esto podría derivar en una mejora también en la incidencia acumulada a catorce días, pero el viceconsejero de Salud de Lakua, José Luis Quintas, admitió ayer que es necesario conocer los datos de los próximos días para valorar si se confirma un cambio de tendencia. Y aunque lo hiciera, falta mucho para que una caída en la afección llegue a notarse en los ingresos y en la presión sobre los hospitales.

Un ejemplo de ello es lo que ocurre en Nafarroa, donde la incidencia lleva bajando ocho días consecutivos, pero aún hay 211 personas ingresadas a causa del covid, 36 de ellas en las UCI.

 

Mayor presencia de las nuevas cepas del virus

En una rueda de prensa en la que insistieron en calificar de «preocupante» la situación actual, pues los indicadores aún apuntan a una «fase ascendente en la curva epidémica», el viceconsejero de Salud de Lakua, José Luis Quintas, y el subdirector de Salud Pública y Adicciones, Koldo Cambra, informaron sobre la evolución de las distintas variantes.

Explicaron que Osakidetza ha registrado de momento 222 casos de la variante brasileña y 54 casos de la sudafricana, de modo que se aprecia un incremento de los casos respecto a los anunciados el pasado martes, sobre todo de la brasileña, pues hasta ese día había 107 casos. La sudafricana ha pasado de 46 a 54 casos. Además, se ha dado una transmisión local de ambas cepas, cuya capacidad de eludir, aun parcialmente, el efecto de las vacunas todavía se está analizando.GARA