Hace días que la empresa Desokupa publicó un vídeo de su actuación en Abadiño, en el que se ve a su responsable, Daniel Esteve, conversando con una patrulla de la Ertzaintza, a la que le informa de que va a desalojar a las personas que están dentro y le explica que la documentación ya la tienen en comisaría. Les dice que «lo que voy a hacer ya es reventar la zona común y si llegamos hasta la suya picaré la puerta». Los agentes que están en el vehículo policial le responden que «nosotros vamos a estar por aquí. Si se pone feo el tema, nos pegáis un toque».

A pesar de lo que se ve y escucha en el vídeo, el consejero de Seguridad de Lakua, Josu Erkoreka, ayer remitió dos respuestas al Parlamento de Gasteiz, en las que asegura que la «Ertzaintza no ha mantenido ni antes de producirse el desalojo, ni durante el mismo ni con posterioridad relación de colaboración alguna con la empresa Desokupa».

Es la segunda vez que Erkoreka niega esta relación. El pasado 30 de abril aseguró ante el pleno de la Cámara «que con la persona… con la empresa, con esa empresa, que la Ertzaintza ni conocía ni sabía que estaba interviniendo en esa situación, no tuvo ni al principio, ni durante, ni después absolutamente ningún contacto. Por tanto, todo lo que ha circulado a ese respecto es una patraña».

Al poco, el responsable de Desokupa puso en circulación los vídeos que desmentían la versión del Departamento de Seguridad. En sus intervenciones, Daniel Esteve reitera su agradecimiento a la Ertzaintza y, en concreto, a la Brigada Móvil.

Abadiño: «Desalojo negociado»

Según la versión remitida por el Departamento de Seguridad al Parlamento, que responde de forma idéntica al parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga y al de Elkarrekin Podemos-IU Iñigo Martínez, en los «días previos al incidente, el propietario del inmueble sito en la localidad de Abadiño se puso en contacto con la Ertzain-etxea de Durango, con el objeto de informar de que el día 15/04/2021 se iba a proceder al ‘desalojo Negociado’ del edificio».

Erkoreka señala que «por tal motivo, la citada Ertzain-etxea, en el marco de las labores de prevención que lleva a cabo, asignó a la patrulla de la zona la vigilancia del lugar el día indicado». Por lo visto, los responsables policiales tomaron esta decisión sin preguntar sobre el «desalojo negociado» ni comprobar la legalidad del desahucio. El Departamento asegura que «el propietario no informó en ningún momento de la presencia o intervención de la empresa Desokupa en el citado desalojo».

Su respuesta parlamentaria continúa recogiendo que «el día que se produjo el desalojo, la patrulla de zona recibió una llamada del titular de la finca informando que estaba siendo insultado y amenazado por varias personas que se habían congregado en el exterior del edificio». Josu Erkoreka explica que «cuando los recursos policiales acudieron al lugar no constataron ninguna actuación delictiva, pero sí realizaron diversas identificaciones entre las personas presentes».

El consejero de Seguridad tiene todavía pendiente de respuesta otra pregunta del parlamentario Arzuaga sobre la contradicción entre lo que dijo en el Parlamento y lo que se puede ver en la grabación, y le cuestiona sobre si tenía «información errónea».

Movilización vecinal y marcha atrás de la empresa ultra

El anuncio de que Desokupa iba a acudir ayer a Bilbo provocó una movilización vecinal que se tradujo en una importante manifestación la tarde del martes y diversas convocatorias durante la mañana de ayer. Finalmente, los ultras se dieron media vuelta.

A través de las redes sociales, el martes, Daniel Esteve, líder de la empresa, había anunciado que llegarían al Casco Viejo entre las siete y las ocho de la tarde. Se ve que era otra de sus tretas. Ayer al mediodía volvía a publicar un vídeo en el que aseguraba que estaban ya camino de Bilbo cuando recibieron la llamada del propietario del inmueble diciéndoles que «en el Casco Antiguo de Bilbao hay un despliegue policial tremendo y el hombre tiene miedo. Dice que no subamos y que volvamos cuando las cosas estén más calmadas».

Esteve mostró su decepción por la decisión, pero la asumió con un «el que paga, manda». En todo caso, anunció que volverán «cuando las cosas estén más calmadas».

Desde las 07.30 de la mañana un grupo de vecinos y vecinas de Bilbo se fueron juntando en un «desayuno antifascista» en el Casco Viejo para responder contra las amenazas de los ultras y el martes hubo una multitudinaria manifestación contra la llegada de los matones.

También desde bien temprano, la Ertzaintza desplegó varias furgonetas en el Casco Viejo. Desokupa aseguró el martes que contaba con la colaboración de ese cuerpo policial.

Entrevistado también por la mañana en Radio Euskadi y preguntado por lo que podía ocurrir en Bilbo, el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, tuvo una respuesta dubitativa y muy poco convincente: «Bueno, a ver, yo lo único que puedo decir en relación con esta empresa es lo que aparece en redes, esto es un culebrón de redes». Aseguró que «esta vez no tenemos ningún conocimiento oficial o denuncia», pero que la Ertzaintza está para garantizar la seguridad ciudadana aunque no sabemos si es cierto. GARA