GARA
BARCELONA
ACUERDO EN CATALUNYA

ERC y JxCat formarán un nuevo Govern de coalición

Las dos formaciones independentistas catalanas anunciaron un acuerdo para investir a Pere Aragonès y repartir las carteras del Govern.

Afrontar la crisis social y económica derivada del covid-19 y avanzar hacia la autodeterminación y la amnistía. Esto es lo poco que avanzaron ayer ERC y Junts per Catalunya sobre el acuerdo que permitirá echar a andar la legislatura con un Govern compartido y encabezado por Pere Aragonès.

Ambas formaciones lo anunciaron a primera hora de la mañana y el propio Aragonès y Jordi Sànchez comparecieron a mediodía en los jardines del Palau Robert de Barcelona. El próximo president enumeró los objetivos sobre los que se ha cerrado el pacto: «Impulsar una agenda transformadora en el ámbito social, salir de esta crisis social y económica creada por el covid-19, combatir la desigualdad y hacer valer que las fuerzas independentistas han superado el 52% de los votos, para avanzar hacia la amnistía y la autodeterminación».

El Govern se repartirá al 50%, con siete de las 14 carteras para cada una de las dos formaciones. A destacar, que ERC, por primera vez, asumirá la Conselleria de Interior, hasta ahora en manos del conseller de JxCat Miquel Sàmper. El acuerdo, además, incluye la formación de un nuevo departamento, el de Feminismos e Igualdad, también en manos de ERC.

El candidato republicano pidió disculpas a la ciudadanía catalana porque el acuerdo ha requerido «probablemente dema- siado tiempo», algo que achacó a que «tenemos un país plural y diverso» y «no era fácil» superar las discrepancias con las que arrancaron las negociaciones entre ambas formaciones. «Hemos superado las dificultades y hemos sido capaces de entendernos para evitar una repetición electoral que nadie deseaba», señaló.

Según explicó Aragonès, a partir del acuerdo previo entre ERC y la CUP se ha conseguido «poner las bases del consenso estratégico del independentismo para hacer avanzar el país hacia la República». El acuerdo incluye «órganos de decisión colegiada y estratégica en los que todos nos podamos sentir cómodos» desde «la lealtad» entre las diversas formaciones independentistas.

Sànchez añadió que no dejarán «a nadie al margen de este acuerdo», subrayó que no gobernarán «solo para ese 52%» y que mirarán al Estado «de cara, aguantando la represión». De hecho, el portavoz de JxCat considera que el acuerdo «abre una nueva oportunidad» para las fuerzas independentistas, «para hacer posible el derecho de autodeterminación». «Los que nos quieren ver divididos se equivocan», afirmó, al tiempo que se sumó a las disculpas a la ciudadanía por la dilación de las negociaciones.

La CUP, preparada

El diputado de la CUP Carles Riera calificó como «positivo» el pacto entre ERC y JxCat, puesto que permite arrancar la legislatura. En cuanto a la estrategia independentista, Riera recordó que pactaron con ERC la mesa de diálogo, pero insistió en que «fracasará» y que el independentismo «tiene que estar preparado» para afrontar un nuevo embate democrático con el Estado español. «Nos tenemos que preparar para ejercer la autodeterminación en esta legislatura y para ejercer la soberanía desde el Parlament y el Govern en la defensa de derechos más allá del Etatuto y de la Constitución», añadió.

Por su lado, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, ve el preacuerdo entre Junts y ERC como «una condición necesaria, pero no suficiente». Paluzie recordó que este domingo la ANC reclamó dos cosas: un acuerdo entre partidos independentistas y que haya un plan para avanzar hacia la independencia. «Confiamos en que se cumplan las dos cosas». En ese sentido, pidió no volver a una etapa como la de la legislatura anterior: «Necesitamos un rumbo claro con pasos decididos y concretos para avanzar hacia la independencia de Catalunya y hacer la independencia».

Una vez conocida la noticia, el Gobierno español no tardó en lanzar el primer mensaje al futuro Govern. «Espero que hayan aprendido que la conformación del Gobierno tiene que conllevar también el abandono de las vías unilaterales y de algunas cuestiones que ya sabemos a dónde nos conducen, que no es a nada bueno», señaló la ministra portavoz española, María Jesús Montero. A pesar de ello, se declaró dispuesto a convocar la Mesa de Diálogo.