El debate que trata –o ya ha conseguido– introducir Navarra Suma de cara al verano es infantil y peligroso a partes iguales. Han reventado el acuerdo dentro de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) para recomendar la suspensión de las fiestas patronales, tal y como había solicitado Salud. Navarra Suma quiere ser el que está «a favor de las fiestas» y que el resto de partidos queden como los que están «en contra de las fiestas», tan simple como eso.

Cualquier punto de entendimiento quedó atrás tras la filtración de una frase del alcalde de Martzilla, Mario Fabo, en un grupo de Whatsapp: «Si no quieren fiestas, habrá dobles fiestas». El primer edil de NA+ (que ya ha protagonizado otras polémicas y no, precisamente, por la brillantez de sus razonamientos) respondió ayer en un escrito en Facebook que la frase se ha malinterpretado y carga contra la dirección la FNMC y su presidente, el alcalde de Azkoien, tildándolo de «monaguillo» por colaborar con las directrices que marca el Departamento.

Lo que busca Salud es que la Federación de Municipios emita una recomendación para que las localidades suspendan otro año más las fiestas patronales y la sustituyan por otros eventos, con la condición de que esa alternativa cultural se haga en fechas distintas. La experiencia del verano pasado es que, cambiando verbenas por otros actos los mismos días, acababa habiendo «no-fiestas» y, en consecuencia, rebrotes.

Fabo, a través de un escrito, justificaba la necesidad de que haya fiestas este año con excusas de tinte filantrópico, mostrando su preocupación por sectores económicos como el de las orquestas, los feriantes y el taurino. En su opinión, el trabajo que ha estado haciendo para por estos colectivos debiera ser «digno de admiración».

La ruptura formal de Navarra Suma y algunos alcaldes independientes se formalizó en la reunión del martes pasado dentro de la FNMC. Previamente, un grupo de 14 consistorios pequeños y medianos (Martzilla, entre ellos) había enviado una carta a la dirección del organismo, calificando la propuesta de Salud como «una auténtica barbaridad», dado que «haría inviable ningún tipo de actividad» durante las fiestas.

«Algunos quieren plantear esto como una negociación entre la Federación de Municipios y Salud, pero no lo es. ¿Cómo voy a negociar las medidas que los epidemiólogos recomiendan, en qué me voy a basar para decir esto sí o esto no? Yo también quiero fiestas, pero de lo que se trata es de salvar vidas», explica a GARA el independiente Juan Carlos Castillo, presidente de la FNMC y, a su vez, alcalde de la localidad navarra más golpeada por la pandemia.

La recomendación llegará

Castillo avanza que, pese a los discrepantes, verá la luz la recomendación de la FNMC para suspender las fiestas patronales, pero que será, en todo caso, una recomendación, por lo que los ayuntamientos tendrán la última palabra.

El sector de alcaldes de NA+, en la reunión mantenida el martes, tansmitieron que no quieren ni siquiera eso y alegan que los pueblos ya saben qué hacer. Castillo los desmiente e informa de que varios ayuntamientos se han dirigido a la FNMC en busca de una pauta común.

Como es lógico, para un alcalde es más cómodo comunicar a sus vecinos que no habrá fiestas si es una decisión general. Si unos pueblos sí hacen fiestas y otros no –que es un horizonte cada vez más posible–, todo va a resultar más complicado.

Que lo ocurrido es una decisión estratégica (por más que participan ayuntamientos independientes en la iniciativa) se desprende de varios elementos. Así, en la reunión de Salud con la FNMC el jueves 22 (en la que también estuvo Fabo) todos los presentes comprendían la importancia de la medida.

El lunes siguiente, el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, también de Navarra Suma, se adelantó a la FNMC y anunció la suspensión de los sanfermines sin avisar al resto. Poco después, el resto de alcaldes de NA+ decidieron dejar de colaborar con Salud para las fiestas.