La Fiscalía del Área de Menores de Ceuta, con sede en Cádiz, ha abierto diligencias de investigación sobre la devolución en caliente de menores tras la entrada en la ciudad norteafricana de entre 8.000 y 10.000 personas procedentes de Marruecos cuando Rabat abrió su frontera con el enclave autónomo en el marco de la crisis diplomática que mantiene con Madrid por la acogida y hospitalización del presidente saharaui y líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Se estima que más de 2.000 de aquellas personas eran menores de edad y alrededor de un millar siguen en Ceuta.

La investigación ha partido de las demandas presentadas por las ONG Fundación Raíces y Coordinadora de Barrios. La primera remitió un escrito urgente al Fiscal de Sala Coordinador de Menores de la Fiscalía General del Estado y a la Fiscalía de Menores de Ceuta en el que daba cuenta de las miles de devoluciones de adultos y niños sin activar los procedimientos obligatorios por ley.

El caso de Aschraf

La Coordinadora de Barrios, por su parte, denunció ante la Fiscalía de Menores de Ceuta la expulsión de Aschraf, un adolescente marroquí de 16 años que llegó el día 19 a la ciudad a nado, con un flotador hecho de botellas de plástico y, llorando. «Traten de entendernos, por Dios», decía a los militares españoles que estaban en la orilla. El menor fue devuelto a Marruecos inmediatamente.

La escena fue grabada por el fotoperiodista de Reuters Jon Nazca, quien también captó cómo los militares españoles le acompañaban de vuelta a Marruecos.

Según relató Aschraf en el diario “El País”, que lo localizó en un suburbio de la ciudad de Casablanca, era su tercer intento de entrar en territorio europeo en menos de 24 horas.

Tras recibir la denuncia, la Fiscalía ha decidido abrir una investigación, ya que la ley prohíbe las devoluciones en caliente de menores de 18 años que hayan cruzado de forma irregular una frontera.

El fiscal ha solicitado las imágenes originales grabadas por Reuters y ha reclamado a la Comandancia General de Ceuta información sobre la identidad de los soldados a los que se ve interactuar con el menor. Además pide información sobre qué instrucciones se dieron aquel día ante lo que estaba sucediendo.

Según confirmó el propio Ministerio español de Interior, durante esos días se devolvieron unas 7.000 personas a Marruecos. Sin embargo, el propio ministro, Fernando Grande-Marlaska, negó que se tratase de devoluciones en caliente. «Lo que se hacen son rechazos en frontera. Ha habido un ataque a las fronteras y la respuesta no puede ser en los mismos términos», señaló. En cuanto a los menores, defendió que se devolvía a «los que tienen el requerimiento de sus familias».