Las elecciones intermedias mexicanas del domingo, en las que se pondrá a prueba al Gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, son también las más violentas desde 2000 con más de 230 homicidios vinculados a la narcopolítica.

Desde que comenzó el proceso electoral el 7 de setiembre, la consultora Etellekt ha documentado 724 agresiones o delitos contra políticos, candidatos y familiares como homicidios, amenazas, secuestros, robos e intimidación en mítines. Las muertes superan las 230.

Más de 93 millones de mexicanos están llamados a votar a los 500 diputados federales, 15 de 32 gobernadores, 30 congresos locales y 1.900 ayuntamientos en las elecciones más grandes de la historia de México, unos comicios que ponen frente a frente el proyecto izquierdista del Morena, fundado por el presidente, y la coalición opositora de los tres partidos antes hegemónicos: PAN, PRI y PRD, que suman fuerzas para intentar quitarle a López Obrador la mayoría que le apoya en la Cámara Baja, ya que en esta contienda está en juego el futuro de la agenda de reformas que inició en 2018, cuando ganó con el 53% de los votos.