Alvaro Reizabal
Abogado
JOPUNTUA

Dos iguales para hoy

Ya no se oye por las calles la cantinela de los ciegos anunciando su mercancía de cupones al grito de «Dos iguales para hoy», o cinco o seis, que más daba. La cosa era encandilar a los transeúntes que pasaban para que, al oír el eslogan, sintieran la llamada de la suerte o de la ambición y picaran el anzuelo comprando esos dos para hoy, que en cuanto se vendían eran sustituidos por otros, pues, normalmente, no era cierto que quedasen solo esos dos. Afortunadamente en ese sector las cosas han cambiado mucho, porque ahora los vendedores, que ya no tienen por que ser necesariamente ciegos, ocupan un kiosco y no tienen que aguantar las inclemencias del tiempo, ni tampoco anuncian sus productos a voz en grito, aunque siempre suele haber excepciones.

Viene este recuerdo a tan denodados profesionales a que leo en la prensa de hoy que la reina Letizia, tan natural y campechana ella también, se ha comprado esta mañana dos cupones en una calle de Madrid, acompañada por la primera dama de Corea del Sur (o sea, la Corea buena) que asistía atónita al acontecimiento sin podérselo creer. La noticia viene precedida de otra que da cuenta de que la Fiscalía suiza ha encontrado una cuenta en Andorra en la que, posiblemente, se encuentra oculta la fortuna del mayor de los Borbones apodado «El Emérito», por lo que cabe elucubrar con que la compra de cupones por la «Compi Yogui» obedezca a que si han pillado la cuenta de Andorra, va a tener que probar suerte con las loterías, porque igual se cierra el grifo.

Malas noticias corren estos días para La Zarzuela, porque a lo anterior hay que añadir la que se está organizando a cuenta de la firma que el otro Borbón va a tener que estampar con alto grado de probabilidad en los indultos de los líderes catalanes encarcelados. Unos claman al cielo para que no sea cómplice de semejante traición a las esencias de la patria española. Otros apelan a que no le va a quedar más remedio que firmar porque es una de sus competencias según la Constitución. Total, que para una vez que tiene que hacer algo, se lía parda.