REZUSTA 5

ALTUNA III 22

Apenas han pasado seis meses y la imagen de aquel chaval roto y desconsolado por haber perdido una final del Manomanista ante su gran amigo Erik Jaka, que nos encogía un poco el corazón, ha sido sustituida por otra de ese mismo joven de 25 años que, con toda la serenidad del mundo, en el mismo escenario, se caló su segunda txapela del Manomanista, una modalidad para la que, aparentemente, no estaba diseñado tras desarbolar a un pegador como Beñat Rezusta. Con este título, el de Amezketa equilibra su bagaje de finales ganadas y perdidas, cuatro txapelas en ocho intentos, un porcentaje que, a poco que las lesiones le sigan respetando, tiene pinta de que no tardará en desnivelarse del lado de los éxitos.

Y es que, en una final marcada por las ausencias; del público, alguien tendrá que explicar algún día por qué –la cuadrilla de Rezusta siguió el partido en un bar cercano al frontón–, de un Iñaki Artola al que hicieron comparecer en el tercer escalón del podio y de esa emoción que necesita este tipo de eventos, el de Amezketa fue el único que no mostró ninguna carencia o defecto, tanto dentro de la cancha como fuera, con palabras de ánimo para el de Alegia nada más terminar su exhibición.

Control de la situación

Porque como sucede en este tipo de resultados tan abultados, podríamos hablar de que Rezusta le dio algunas facilidades, por ejemplo en el saque –siempre a bote pero casi siempre con dos pies pegados en el suelo–, de que no mandó, de que no pudo terminar el tanto... pero todos estos detalles se quedaron en nada ante el absoluto control de la situación que Altuna III mostró en todo momento. Más allá de su magia, sacó, defendió, restó... hasta los descansos se le hacían largos como nos comentó un ex compañero suyo en la grada, pero no solo ayer, sino desde que arrancó el torneo.

Porque, aquel pelotari que el 29 de noviembre se mostró tan vulnerable tras el disgusto de la derrota ante Jaka, ha sabido comprender e interiorizar que es uno de los pocos privilegiados que puede hacer disfrutar cuando él es capaz de disfrutar sobre la cancha, lo que ha hecho en este último mes y medio. Y si las circunstancias previas a la final de 2020 no fueron para nada sencillas, tampoco las semanas anteriores a su última exhibición han sido las deseadas, porque más allá del aplazamiento o de la renuncia de un rival tan íntimo, desde el mismo día que eliminó a Ezkurdia –su partido más completo y más complicado– ha cargado con la vitola de único favorito con la que no todos son capaces de lidiar con éxito.

Fortísimo

Del mismo modo, son siete los años que han pasado desde aquella final de la jaula de Promoción de 2014 en la que Artola se lo comió por físico en el Atano III. Es verdad que en este Manomanista faltaban campeones del potencial de Irribarria y Erik Jaka, pero el amezketarra se ha enfrentado a rivales como Ezkurdia, Zabaleta y el propio Rezusta, de mucha mayor cilindrada, y Altuna ha sido más fuerte.

Ayer mismo, al poco de comenzar, hubo un largo tanto en el que el besagain de zurda de Altuna desesperó a Rezusta, solo un anticipo al ejercicio de impotencia al que se vio sometido el de Bergara en toda la final.

«Egunerokotasunean egiten dudan lanak ematen dit poza»

Gerriko gorriarekin jokatu ahal izango du urte osoan zehar Jokin Altunak Buruz Buruko finala irabazi ostean. «Latza, ikaragarria da», azpimarratu zuen amezketarrak mikrofonoen aurrean.

Aspeko aurrelariari poztasuna nabaritzen zitzaion. Agian ez da denek espero zuten finala izan. Alde batetik, finala jokatzeko eskubidea lortu zuen Iñaki Artolak uko egin behar izan baitzion lesio batengatik. Eta bestetik, finala nagusitasun handiz irabazi baitzuen Beñat Rezustaren kontra. Hala ere, Altunak bere helburua bete zuela aipatu zuen: «Gustura, oso pozik nago. Banekien tanto batzuetan sufritu behar nuela eta sufritu dut, baina partida borobila egin nahi nuen eta lortu dut».

«Horrela hasten zarenean (0-7ko partzial batekin hasi da) konfiantza hartzen duzu, eta aurkariari dudak sortu. Hasieran hartu dudan abantailak lagundu dit», gaineratu zuen dagoeneko lau txapel dituen amezketarrak. «Irabazten duzunean, beti honekin geratzen zara. Baina ez nuke bakarrik lau txapelekin geratu nahi, baizik egunerokotasunean egiten dudan lanarekin, eta horrek ematen dit poztasuna», azpimarratu zuen.

Altunak badu atzoko txapela nori eskaini: «Familiarekin ospatu nahi dut. Aitonari eskaini nahiko nioke, txikitatik berarekin denbora asko pasatu baitut frontoietan. Berak inork baino konfiantza handiagoa izan du nigan».

Bestalde, Beñat Rezustak ez zuen aitzakiarik jarri. «Ez dut lortu bera tokitik ateratzea, edo behintzat oso gutxitan. Nire hutsegiteak bai, baina bere merituak azpimarratzekoak dira», aitortu zuen.

Azkenik, Iñaki Artolak onartu zuen «oso zaila» izango dela final batera iristea. GARA