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El diálogo con Rusia que proponen Merkel y Macron divide a la UE

El Consejo Europeo mostró las discrepancias entre sus socios sobre la propuesta para restablecer el diálogo con Rusia, que plantearon los líderes alemán y francés, Angela Merkel y Emmanuel Macron. Este diálogo «con exigencias», busca que la UE plantee sus propios intereses en su relación con Moscú sin depender de los que marque EEUU y evitar que Rusia establezca lazos bilaterales con Estados miembros. Pero choca con el rechazo de varios socios.

El deseo de Alemania y del Estado francés de relanzar un diálogo con Rusia dividió a los Estados miembros en la cumbre jefes de Estado y de Gobierno de la UE que comenzó ayer en Bruselas, antes de la cual, el presidente ruso, Vladimir Putin, se declaró a favor de un mecanismo de diálogo y contactos con la Unión.

«Este diálogo es necesario para la estabilidad del continente europeo, pero será exigente porque no renunciaremos a ninguno de nuestros valores ni a nuestros intereses», declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, a su llegada a Bruselas.

Pero el proyecto de conclusiones sobre Rusia, que recogía esa necesidad de diálogo con Moscú y una invitación a Putin no suscitaba el consenso de los Estados miembros, que discrepan en la estrategia, el formato y el nivel institucional que debe tener ese diálogo.

El texto a debate enumeraba una serie de temas de interés como el clima y el medio ambiente, la energía, la salud, y la lucha contra el «terrorismo» y el crimen organizado, además de la cuestión del formato de este diálogo.

La idea proviene de Angela Merkel y se suma a las preocupaciones de Macron. Su intención es mantener una relación bilateral propia con Moscú, sin depender de la que marque EEUU y en la que se aborden los intereses europeos, pero además con una postura común, sin dar a Rusia la oportunidad de mantener relaciones bilaterales con Estados miembros.

Las cumbres UE-Rusia están suspendidas desde 2014 como reacción a la anexión de Crimea y ambas partes han aprobado sanciones recíprocas. Para Putin, un diálogo bilateral también puede ser una oportunidad de reforzar el rol de Rusia en la escena internacional.

«No basta con que el presidente estadounidense hable con el presidente ruso. La UE también debe crear diferentes formatos de discusión» con Moscú, explicó Merkel en el Bundestag poco antes de la comienzo de la cumbre europea. «Los conflictos se pueden resolver mejor, como hemos visto con el presidente de EEUU, cuando la gente también se habla», añadió a su llegada a Bruselas.

Pero los países bálticos, Polonia, Suecia y Países Bajos se oponen a reanudar este diálogo y mantienen mayor una hostilidad visceral hacia Moscú. «Hay que tener cuidado cuando se quiere dialogar» con Rusia, de lo contrario «es como contratar a un oso para que guarde tarros de miel», afirmó el presidente lituano, Gitanas Nauseda.

«Las iniciativas para reanudar las cumbres UE-Rusia sin ver ningún progreso por parte de Moscú (...) solo pueden socavar la eficacia del régimen de sanciones», dijo el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kouleba. También mostraron sus reticencias el primer ministro letón, Krisjanis Karins, quien, igual que Nauseda, pidió que antes Rusia muestre algún cambio.

El primer ministro neerlandés, Marc Rutte, afirmó que el encuentro entre los presidentes de las instituciones y Putin no le molesta, pero añadió que «yo no participaré en la reunión como miembro del Consejo Europeo».

Mark Rutte: «Hungría ya no tiene sitio» en la Unión

El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, afirmó ayer que Hungría, con su ley homófoba, no tiene cabida en la UE. «Para mí no tienen nada más que hacer en la UE, pero yo no soy el único que decide. Hay otros 26 países», señaló Rutte, expresando el rechazo de la mayoría de Estados miembros a le legislación húngara y que 17 de ellos han manifestado en una carta a los líderes comunitarios. La presión sobre Hungría marcó la cumbre comunitaria. No existe ningún procedimiento para excluir a un país de la UE. Se pueden entablar acciones contra un Estado miembro por violación de la legislación europea ante el Tribunal de Justicia de la UE, que puede imponer sanciones. Hungría ya ha sido objeto de un procedimiento por los ataques a la independencia de los jueces, la violación de la libertad de expresión y los derechos de los migrantes. En teoría, puede conducir a la suspensión de sus derechos de voto pero requiere la unanimidad de los demás miembros, imposible mientras Varsovia y Budapest se apoyen mutuamente.GARA