GARA
otawa

Hallan en Canadá otras 750 tumbas en un internado para menores nativos

Canadá volvió a verse sacudida ayer por el hallazgo de 751 tumbas anónimas en un antiguo internado para menores nativos gestionado por la Iglesia católica, menos de un mes después de la aparición de los restos de 215 niños en otro centro similar. Indígenas exigen disculpas al papa.

Un grupo indígena canadiense anunció el miércoles (madrugada en Euskal Herria) el descubrimiento de centenares de tumbas sin identificar en los terrenos de una antigua residencia escolar en la que fueron internados a la fuerza miles de niños a lo largo de casi un siglo.

La tribu cowessess, en la provincia de Saskatchewan, en el oeste de Canadá, dijo que ha descubierto las tumbas en los terrenos de la Escuela Residencial Indígena Marieval, que estuvo en funcionamiento entre 1899 y 1997, a unos 2.500 kilómetros de Toronto. Aunque la escuela fue demolida, la iglesia y el cementerio se mantuvieron.

El jefe de la tribu, Cadmus Delorme, precisó que se desconoce aún si se trata de tumbas de menores de edad –la tradición oral de la tribu apunta a la presencia de niños indígenas en el lugar– o si todas estarían relacionadas con el internado. Lo que sí confirmó es que «no se trata de una fosa común, sino de tumbas sin nombre» en el cementerio.

Delorme señaló que las tumbas pudieron haber estado marcadas en algún momento, pero que «los representantes de la Iglesia católica quitaron esas lápidas». Recordó que eso se considera delito en Canadá, por lo que el sitio es tratado «como una escena del crimen».

Es el segundo descubrimiento de centenares de tumbas no señalizadas en terrenos de antiguas residencias escolares canadienses en las últimas semanas. El 28 de mayo, Rosanne Casimir, jefa de los tk'emlúps te secwépemc, pueblo originario de la provincia de la Columbia Británica, también en el oeste de Canadá, anunció el descubrimiento de los restos de 215 niños nativos enterrados en tumbas no marcadas en la residencia escolar de Kamloops.

Tras el hallazgo de los restos de niños en la escuela de Kamloops, se iniciaron excavaciones en varias de estos antiguos internados en todo Canadá, con la ayuda de las autoridades.

El jefe de la Asamblea de Primeras Naciones (AFN), que representa a los distintos pueblos indígenas del país, señaló ayer que «las noticias del descubrimiento de cientos de tumbas sin marcar en la primera nación cowessess es absolutamente trágico pero no sorprendente». Mientras que La Federación de Naciones Indígenas Soberanas (FSIN) de Saskatchewan, que representa a los 74 pueblos originarios de la provincia, señaló que es más que probable que en próximos días aparezcan numerosas nuevas tumbas sin identificar en otras residencias.

El sistema de residencias escolares para nativos fue impuesto por las autoridades canadienses a finales del siglo XIX para eliminar la cultura aborigen del país. Los niños indígenas eran sacados a la fuerza de sus comunidades y enviados a estos internados situados en algunos casos a centenares de kilómetros de sus familias para su asimilación forzosa.

Entre 1890 y 1997 más de 130 escuelas residenciales funcionaron por todo Canadá y unos 150.000 niños indígenas fueron internados en estas instituciones que eran administradas por órdenes religiosas, en su mayoría católicas.

En esos internados, los menores sufrieron abusos físicos, sicológicos y sexuales de forma sistemática e incluso experimentos a manos de científicos gubernamentales.

«Recordatorio vergonzoso»

Tras el descubrimiento, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, prometió «honrar su memoria» y contar «la verdad sobre estas injusticias», ya que «ningún niño debería haber sido separado de sus familias y comunidades y despojado de su idioma, cultura e identidad».

Estos hallazgos, lamentó, «reafirman una verdad que conocen desde hace mucho tiempo» y «profundizan el dolor que las familias y los pueblos indígenas están sintiendo», un «trauma» que es «responsabilidad de Canadá», por lo que el Gobierno continuará proporcionando los recursos necesarios para «sacar a la luz estos terribles males».

«Los hallazgos en Marieval y Kamloops son parte de una tragedia mayor», aseveró Trudeau, son «un recordatorio vergonzoso del racismo sistémico, la discriminación y la injusticia que los pueblos indígenas han enfrentado, y siguen enfrentando» en Canadá.

Las recientes investigaciones y hallazgos de cadáveres han originado tal conmoción que ha llevado a Trudeau a exigir a la Iglesia Católica que «asuma su responsabilidad».

Ayer, el jefe de los cowessess exigió al papa Francisco que pida disculpas públicas por los abusos sufridos en instituciones gestionadas por su Iglesia.