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Kabul pide ayuda a EEUU, que teme que tras la retirada apenas resista seis meses

El presidente afgano, Ashraf Ghani, demandó en Washington apoyo para la seguridad del país tras la retirada de las tropas de EEUU y la OTAN, mientras los talibanes avanzan rápidamente en el control del territorio. Según los servicios de Inteligencia de EEUU, el Gobierno de Kabul apenas resistiría seis meses después de la retirada.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, llegó ayer a Washington para demandar ayuda militar a su homólogo estadounidense, Joe Biden, mientras los talibanes registran grandes avances militares sobre el terreno. Desde principios de mayo, los talibanes afirman haber tomado el control de 87 de los casi 400 distritos afganos. La ONU confirma su control sobre 50.

Ghani mantendrá reuniones separadas con el presidente, miembros del Congreso y el Senado, altos cargos del Gobierno, y algunas figuras influyentes, según su Gabinete.

Kabul teme que sus fuerzas, ya desmoralizadas por las rápidas pérdidas, se vean sobrepasadas por los insurgentes cuando se complete la retirada de las tropas estadounidenses para el 11 de setiembre.

Las conversaciones de paz de Doha entre los talibanes y el Ejecutivo afgano siguen estancadas entre acusaciones mutuas.

A medida que se acelera la retirada estadounidense y de la OTAN, los insurgentes están logrando importantes avances militares. Esta semana han tomado el puesto fronterizo de Shir Khan Bandar, la principal vía de salida de Afganistán a Tayikistán, eje clave en las relaciones económicas con Asia Central.

Los talibanes afirman que las fuerzas afganas a menudo deponer las armas o abandonan sus puestos sin luchar. Para el Gobierno, esta es una opción táctica que consiste en retirarse de posiciones aisladas para concentrarse en lugares más estratégicos. Pero cuando hace frente a los ataques, el Ejército afgano sufre en ocasiones grandes pérdidas. Ante el rápido avance de los insurgentes, Ghani reemplazó a sus ministros de Interior y Defensa la semana pasada. Pero se está quedando sin soluciones.

El Ejército afgano puede resistir en los grandes centros urbanos, pero los talibanes están fortaleciendo su control alrededor de las grandes ciudades.

Según la enviada de la ONU, Deborah Lyons, «la mayoría de los distritos tomados rodean capitales provinciales, lo que sugiere que los insurgentes se están posicionando para tratar de hacerse con esas capitales una vez que las fuerzas extranjeras se hayan retirado totalmente».

Los Servicios de Inteligencia estadounidenses creen que el Ejecutivo de Afganistán puede caer en apenas seis meses una vez que se retiren las últimas tropas extranjeras del país.

Según “The Wall Street Journal”, este nuevo análisis se completó la semana y modificó anteriores informes, tras constatar los rápidos avances que los talibanes están logrando en numerosas zonas del país.

Los talibanes sitian Kunduz en su rápido avance en el norte

Los residentes de Kunduz, en el noreste de Afganistán, se preparan para enfrentar un largo asedio de los talibanes. Los insurgentes rodearon esta capital provincial, que ya había caído dos veces en sus manos, en 2015 y 2016, y tomaron varios cruces y localidades rurales. La mayoría de las tiendas permanecían cerradas y el transporte público no funcionaba, mientras decenas de vehículos militares patrullaban las calles. En las afueras continuaban los combates. A su vez, los habitantes tenían que lidiar con la falta de agua y los apagones. La captura del puesto fronterizo de Shir Khan Bandar, a 50 kilómetros de la capital y eje clave para las relaciones económicas con Asia Central, es uno de los éxitos militares más importantes de los talibanes, que llevan varios días combatiendo en la provincia. «Kunduz es una provincia estratégica y salvar y proteger Kunduz es una de nuestras principales prioridades», afirmó el ministro del Interior, Abdul Satar Mirzakwal.GARA