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Bielorrusia suspende su participación en la Asociación Oriental de la UE

Bielorrusia anunció ayer que suspenderá su participación en la Asociación Oriental de la UE y retirará a su embajador en Bruselas en represalia por las sanciones comunitarias.

Para castigar a Bielorrusia, a la que acusa de «piratería» aérea por desviar un avión comercial para detener a un opositor, la UE ha adoptado una serie de sanciones contra altos cargos y empresarios, así como a las industrias clave de potasas, petróleo y tabaco.

Como respuesta, Minsk suspenderá su participación en la asociación que fue creada en 2009 con la intención de acercar a seis exrepúblicas soviéticas a la UE. «No podemos cumplir con nuestras obligaciones bajo este acuerdo en el contexto de las sanciones y restricciones impuestas por la UE», indicó el Ministerio de Exteriores bielorruso. Para el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, con su decisión, el Gobierno de Aleksandr Lukashenko lleva a «una nueva escalada de tensiones».

Minsk también anunció que llamará a su embajador en la UE para consultas e «invitará» al jefe de la delegación europea en Bielorrusia a regresar a Bruselas para «transmitir a sus líderes la naturaleza inaceptable de las presiones y sanciones».

Bielorrusia, con fronteras comunes con Polonia y Lituania, también sugirió que puede poner fin a su cooperación en la lucha contra la inmigración y el crimen organizado.

Los cargos de la UE que impulsaron las sanciones también tendrán prohibido ingresar en el país y el Gobierno bielorruso prepara nuevas medidas de respuesta.

«Esperamos que la UE y sus estados miembros sean conscientes de la naturaleza destructiva y la inutilidad de un enfoque beligerante en las relaciones con la UE», añadió el Ministerio de Exteriores.

Bruselas puso en marcha la Asociación Oriental con Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania, ofreciendo relaciones económicas y políticas más estrechas a cambio de reformas. Algunos de estos países ven el acuerdo como un primer paso hacia la adhesión, pero la UE nunca ha hecho promesas al respecto. Rusia, por su parte, la considera una incursión en su área de influencia.