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Miles de mujeres protestan contra la retirada de Turquía del Convenio de Estambul que las protege ante la violencia

Decenas de miles de personas, en su mayoría mujeres, se manifestaron ayer en numerosas ciudades turcas contra la retirada de Turquía del Convenio de Estambul, un tratado internacional para combatir la violencia machista, que se hizo oficialmente efectiva ayer.

«Es más importante que nunca que estemos hoy en la calle. Desde que se anunció la salida del convenio nada ha mejorado. Por lo contrario, todo ha empeorado. El Estado debe proteger a las mujeres», declaró a Efe la activista Tugçe Sönmez.

«No aguantamos más. Se debe aplicar el convenio, no confiamos en una ley local. Está claro que no saben prevenir la violencia», subrayó otra participante, que se identificó como Firde.

En Estambul la Policía permitió finalmente la protesta, aunque había tratado de impedirla, y en Esmirna, agentes antidisturbios cargaron con gas pimienta contra cientos de mujeres. En otras ciudades, grupos de mujeres salieron a la misma hora a calles y plazas, mientras que en la capital, Ankara, hubo marchas en distintos distritos, con la Policía intentando impedir algunas.

Ayer se hizo efectiva la retirada del Convenio de Estambul, anunciado en marzo por el presidente, Recep Tayyip Erdogan, pese a que él mismo lo firmó en 2011, cuando era primer ministro, y promovió su ratificación en el Parlamento en 2012.

Implementación deficiente

El Convenio es un tratado legalmente vinculante que obliga a los Estados a tipificar la violencia machista y a disponer recursos para combatirla.

Aunque su implementación ha sido deficiente, según las organizaciones feministas, sí ha sido una herramienta fundamental para avanzar en la lucha contra el machismo.

Erdogan prometió ayer que su Gobierno continuará combatiendo la violencia machista, al desvelar un plan nacional pensado para cuatro años que prevé, entre otras actividades, abrir nueve refugios para mujeres.

«Nuestra lucha contra la violencia hacia las mujeres no empezó con este tratado ni terminará con la retirada del tratado», sostuvo. «Combatir la violencia contra las mujeres es parte de nuestras prioridades», aseguró.

En verano pasado, voces cercanas a gobernante AKP propusieron que el país se diera de baja en el Convenio, pero entonces las intensas protestas feministas, a las que se sumaron figuras de organizaciones de mujeres del propio AKP, hicieron que el plan, aparentemente, se devolviera al cajón.

Un sector islamista y nacionalista continuó haciendo campaña para acusar al Convenio de destruir los valores de la familia y de promover la homosexualidad, pese a que el tratado no la menciona en ninguna parte.

No obstante, las propias organizaciones LGBT empezaron a reivindicar el Convenio como algo propio.

Finalmente, en marzo, el Gobierno justificó su decisión de retirarse alegando que éste «había sido secuestrado por un grupo que intenta normalizar la homosexualidad».