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¿BITCÓIN O DÓLARES? DEL PASMO A LA INCERTIDUMBRE EN EL SALVADOR

El Salvador, con una economía dolarizada desde hace veinte años, es el primer país del mundo que da curso legal al bitcóin. La incertidumbre y el pasmo son evidentes en una población dividida y la alerta, notoria en organismos internacionales. La Ley Bitcóin entra en vigor el 7 de setiembre.

Para la gente pobre va a ser malo. Cuando uno va al mercado ¿va a andar comprando un dólar de mango? ¿Qué va a pasar con eso?», plantea Santos Serrano, un albañil de 59 años que no confía en el uso del bitcóin para las transacciones diarias. Tampoco María Rivera, vendedora ambulante de ropa de 57 años, considera que sea útil para su negocio. «¿Cómo me van a comprar si yo no lo puedo usar?», pregunta. El temor se convierte en oportunidad en el caso de Harold Barillas, un vendedor de granizados frente a la catedral de San Salvador: «Yo pienso ponerlo en marcha, bajar la aplicación cuando llegue el momento».

La oficialización del bitcóin como moneda de curso legal el pasado 9 de junio abrió un amplio debate entre la población, que más allá de la comunidad surfera de El Zonte, en la costa del océano Pacífico, realiza sus transacciones en dólares estadounidenses. Esta zona del departamento de La Libertad, se convirtió en el «reino» de esta criptomoneda en el inicio de la pandemia. «El negocio con el bitcóin ha resultado súper bien, se han tenido ganancias cuando la moneda ha estado en valor alto ¡y fueron bastantes ganancias! Ahora que está con el valor un poco bajo se sigue usando, pues nos ha parecido buena la experiencia», afirma Celina Fuentes, trabajadora de un comedor y tienda.

Esa volatilidad es la que cuestionan no solo organismos internacionales sino en el propio país. El exresponsable del Banco Central de Reserva Óscar Cabrera subraya que «los criptoactivos no cumplen las funciones del dinero. Para hacer dinero no es simplemente obligar legalmente a los ciudadanos a transar con ese criptoactivo».

Para la Universidad Centroamericana, «con el bitcóin, Nayib Bukele y los suyos se muestran dispuestos a apostar fuerte con recursos que no son los de ellos; una apuesta en la que se pone en juego el futuro del país y su gente».

Cabrera explica que para que una moneda cumpla la función de reserva de valor «no debe ser tal volátil» como esta moneda virtual, que sube y baja de forma constante.

«Si yo pago un impuesto en bitcóin, al segundo siguiente de la transacción cuando ese pago haya entrado a las arcas del Estado, ese bitcóin puede valer menos y, entonces, la recaudación tributaria se cae y quién asume cubrir esa pérdida», se pregunta el economista. Tampoco considera factible su uso para hacer frente a la deuda externa. «Los inversionistas internacionales son aversos al riesgo de transar títulos de deuda pública en bitcóin», advierte.

Tesis sin números

El impulsor de la Ley Bitcóin, el presidente, Nayib Bukele, considera que con su decisión hará «historia», favorecerá la bancarización y evitará que se pierdan «millones de dólares en intermediación» en el envío de remesas desde el exterior. Este es uno de los pilares económicos del país.

Según datos del Banco Mundial, El Salvador recibió en 2020 más de 5.900 millones de dólares en remesas, un 24,1% del PIB, lo que le convierte en el país latinoamericano que mayor volumen de dinero recibe por este canal en proporción al tamaño de su economía.

Manuel Orozco, director del Centro para la Migración y la Estabilización Económica en Washington, precisa que «es totalmente incorrecto asumir que no habrá costo de transacción en el envío de remesas en bitcóin, ya que el procesamiento mismo y el sigilo regulador requiere de costos».

Explica, además, que «hasta ahora, la industria de remesas ha sido muy reacia a meterse a ese mercado. Una de las razones es que el valor de uso de la criptomoneda es limitado. Otra, que la moneda como parte de un ecosistema financiero virtual carece de fuertes controles de seguridad».

Bukele quita relevancia a apreciaciones de este tipo e insiste en que el bitcóin atraerá la inversión, impulsará el consumo y rebajará los costes en los envíos de las remesas. «¿Por qué creamos esta ley? Porque el bitcóin tiene un mercado de capitalización de 600.000 millones de dólares a nivel global y si hacemos esto, los inversores y los turistas que tengan bitcóin vendrán al país y beneficiarán a los salvadoreños y a la economía», subraya el presidente, quien trata de apaciguar los ánimos indicando que su uso será opcional y que las pensiones y los salarios seguirán pagándose en dólares.

Asegura, además, que reducirá drásticamente los costes de su economía, dolarizada desde hace veinte años, que le resultará más barato que imprimir dólares y trasladarlos al país desde Estados Unidos. «El Gobierno paga el 100% de su valor impreso, más transporte aéreo, seguros, custodia, transporte y seguridad terrestre hacia las bóvedas, seguridad y administración de las bóvedas, distribución de ese dinero a los bancos», escribe en Twitter.

«Lo mismo se hará con el bitcóin, en donde el costo de operación del criptoactivo en el país todo lo absorbe el Gobierno, pero solo que muchísimo más barato», aunque no ofrece ninguna cifra.

En su campaña por acercar el bitcóin a la población, Bukele promete a la población 30 dólares en esta moneda virtual a quien abra una cuenta en la nueva cartera digital creada por el Gobierno, que se llama Chivo.

El padre de la dolarización salvadoreña, el exministro de Hacienda Manuel Hinds, pone en tela de juicio esas tesis. «Es como decirle al que jugando ruleta rusa se ha pegado un tiro, que jugar a la ruleta rusa no es una mala idea porque el revólver podría no haber disparado», señala. Además del riesgo de la alta volatilidad, ve riesgos en el anonimato de las operaciones en criptomonedas, lo que puede ser aprovechado por «lavadores de dinero o evasores de impuestos y criminales en general».

«Creo que no solo está apostando la economía del país, sino que está apostando su Presidencia, porque si esto le sale mal ya no va a haber proyecto político de Nuevas Ideas (el partido de Bukele) para un reenganche», consideró por su parte Carlos Acevedo, otro expresidente del BCR.

Desde fuera del país, el FMI advierte sobre «los problemas macroeconómicos, financieros y legales» que acarrea la adopción del bitcóin como moneda de curso legal. Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), su presidente, Mauricio Claver-Carone, descarta que el bitcóin ayude a dinamizar la economía. «Es básicamente un recurso especulativo», subraya. Y el Banco Mundial declina prestarles la ayuda técnica solicitada por el Gobierno de Bukele para implementar la moneda virtual. «Esto no es algo que el Banco Mundial pueda apoyar dadas las deficiencias ambientales y de transparencia», dijo.