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GINEBRA

Fuerte aumento de las muertes de migrantes tratando de llegar a Europa

Alrededor de 1.150 personas han muerto en el primer semestre de 2021 intentando llegar a las costas de Europa realizando su periplo a través del mar Mediterráneo y del océano Atlántico, una cifra más de dos veces superior a la registrada en este periodo durante 2020.

Según el informe publicado ayer por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 1.146 personas murieron en el mar tratando de llegar a Europa en el primer semestre de 2021, frente a las 513 que se ahogaron en el mismo periodo de 2020 y las 674 de los primeros seis meses de 2019. Asimismo, la cifra de personas que han intentado cruzar el Mediterráneo rumbo a Europa ha aumentado un 58% en este periodo respecto a los primeros seis meses del año pasado, según datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos del Centro de Análisis de Datos Mundiales sobre la Migración de la OIM.

El análisis revela que el incremento de las muertes se suma a una «insuficiente cantidad» de operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo y en la ruta atlántica que conecta África con Canarias.

Así, el informe desgrana que 896 personas murieron intentando cruzar el Mediterráneo –741 en la ruta central, 149 en la ruta occidental y seis en la ruta oriental–, mientras que cerca de 250 perecieron en su intento de llegar a Canarias, si bien el organismo alertó de que la cifra podría ser superior.

«Las organizaciones civiles de investigación y rescate continuaron enfrentándose a obstáculos importantes, debido a que la mayoría de sus barcos estaban bloqueados en los puertos europeos por decisiones administrativas y procedimientos penales y administrativos contra los miembros de las tripulaciones», constata la investigación.

Advierte de «cientos de casos de naufragios invisibles» notificados por ONG que son «extremadamente difíciles de verificar», al tiempo que incidió en que ello demuestra que el número total de fallecidos podría ser muy superior al oficial.

«Esos casos, que son muy difíciles de verificar, muestran que el número de muertes en las rutas marítimas hacia Europa es más elevado de lo que los datos disponibles indica», agrega.

El director general de la OIM, António Vitorino, emplazó a los Estados a que den pasos proactivos e inmediatos para la reducción de la pérdida de vidas en las rutas migratorias a Europa y sostengan las obligaciones que les competen en el marco del derecho internacional».

«El aumento de los esfuerzos en materia de búsqueda y rescate (SAR), el establecimiento de mecanismos predecibles de desembarque y el aseguramiento del acceso a caminos migratorios regulares y seguros son pasos claves para el logro del mencionado objetivo», manifestó.

El informe recoge también un aumento, por segundo año consecutivo, en las operaciones marítimas por parte de los países del norte de África, con más de 31.500 personas interceptadas o rescatadas durante este periodo, en comparación con las 23.116 de los primeros seis meses de 2020. En este contexto, las operaciones en las costas de Túnez han aumentado un 90%, mientras que el número de rescates en Libia es tres veces superior al de 2020, lo que consideró «preocupante», debido a los abusos que sufren los migrantes que son devueltos a territorio libio.

Incide en que, con mejores datos, se podrían preparar mejores estrategias para que los Estados asuman sus compromisos para «salvar vidas y establecer esfuerzos internacionales coordinados en relación a migrantes desaparecidos».

SOS Méditerranée denuncia falta de cooperación

La ONG SOS Méditerranée, una de las pocas autorizadas a operar en la ruta migratoria del Mediterráneo Central, que es una de las mortíferas del mundo, denunció ayer la falta de cooperación de las autoridades marítimas europeas y africanas.

En un informe sobre la última misión de su barco de rescate, criticó las trabas puestas por el Gobierno italiano y las autoridades europeas para el desembarco de las 573 personas que logró rescatar en la primera semana de julio «en medio de una ausencia continua de coordinación e intercambio de información por parte de las autoridades marítimas». SOS Méditerranée lamentó, igualmente, la disputa a la que se vio arrastrada por las reticencias de Italia y Malta a autorizar el desembarco de los migrantes y la falta de solidaridad del resto de los países europeos.

Advirtió de que tras el regreso a puerto del Ocean Viking no quedan ya embarcaciones de rescate humanitarias en la zona de salvamento de Libia y Malta, pese al aumento de las salidas de botes precarios en las últimas semanas.GARA