GARA
WASHINGTON

Merkel visita la Casa Blanca en la recta final de su carrera con Afganistán y el cambio climático en su agenda

Angela Merkel visitó ayer la Casa Blanca en la recta final de su larga trayectoria como canciller alemana. Este viaje destaca la importancia que ha tenido la líder alemana en la relación transatlántica, pero también se espera que deje varios asuntos en el tintero, como las relaciones con Moscú. Merkel, que ha tratado con cuatro presidentes estadounidenses, dejará su cargo a finales de este año.

La jornada comenzó con un desayuno con la vicepresidenta, Kamala Harris, en el Observatorio Naval, la residencia de los vicepresidentes. El gesto buscaba enfatizar que Alemania no es solo un socio económico de EEUU y su aliado en la OTAN, sino un «amigo cercano».

Harris salió a recibirla y ambas hablaron ante la prensa durante unos dos minutos antes de entrar a la vivienda.

«Es un honor verla y tengo muchas ganas de conversar con usted. No hace falta decir que la relación entre nuestros dos países se basa en muchos valores compartidos, incluido el compromiso con la democracia en todo el mundo. Así que, bienvenida, bienvenida», manifestó la vicepresidenta estadounidense con una sonrisa. Merkel respondió que estaba «encantada» de conocer a la primera vicepresidenta de la historia de EEUU y consideró que las dos naciones pueden «cooperar muy bien» para promover sus valores.

El Nord Stream 2, pendiente

La Casa Blanca insiste en que se trata de «una visita de trabajo» y no una despedida para la canciller, quien tenía previsto abordar con el presidente estadounidense, Joe Biden, el cambio climático, la distribución de las vacunas contra el covid-19 y el futuro de Afganistán.

También tenían previsto hablar sobre los «ciberataques y agresiones territoriales», el conflicto en Ucrania y la «lucha contra la creciente influencia de China». Entre los temas que quedarán en el aire está el gasoducto Nord Stream 2, por el que se va a canalizar gas natural ruso hacia Alemania.

A pesar de las fuertes críticas al Nord Stream 2, Biden renunció en mayo a las principales sanciones de Estados Unidos contra el proyecto.