GARA
BERLÍN

Detenido un trabajador de la Embajada británica en Berlín acusado de espionaje

Las fuerzas de seguridad de Alemania han detenido a un trabajador de la Embajada de Gran Bretaña en Berlín acusado de proporcionar documentos a los servicios de Inteligencia de Rusia a cambio de recibir una cantidad de dinero, según informó la Fiscalía alemana.

Como en los tiempos más calientes de la Guerra Fría, cuando Berlín era un auténtico hervidero de agentes infiltrados en busca de información sobre el bloque antagonista, en la capital alemana ha vuelto a resonar el término espionaje, con los rusos apuntándose el tanto frente a los británicos.

En esta ocasión, el sospechoso, identificado como David S. y pendiente de comparecer en el Tribunal Federal de Justicia, fue detenido el martes en la localidad de Postdam, a las afueras de Berlín. La Policía británica informó de que tiene 57 años, sin entrar tampoco en más detalles.

El domicilio y el puesto de trabajo del detenido fueron asimismo registrados por las fuerzas de seguridad.

Las autoridades sospechan que desde noviembre de 2020, trabajaba para un servicio de Inteligencia extranjero. Los investigadores no han aclarado por el momento cuánto dinero pudo recibir a cambio de la información que presuntamente facilitaba a Rusia, según informó la agencia DPA.

Gran Bretaña y Alemania han colaborado en estas pesquisas, si bien la Policía británica apuntó en su comunicado que el peso de la investigación ha recaído en Alemania, que debe ahora determinar si el detenido incurrió en «actividad de agente de Inteligencia».

Condena en China

Los sucesos de Berlín han coincidido con una condena precisamente por espionaje. Así, un tribunal de China condenó ayer a 11 años de prisión al ciudadano canadiense Michael Spavor, en un caso visto como vinculado con la batalla legal por la extradición de la directora financiera de la tecnológica china Huawei, Meng Wanzhou, que fue detenida en la ciudad de Vancouver nueve días antes de que varios canadienses fueran arrestados.

El tribunal declaró culpable al canadiense de «espionaje y suministro ilegal de secretos de Estado en el extranjero», según informó el medio “South China Morning Post”.

La condena llegó cinco meses después de una audiencia cerrada tras haber sido encarcelado junto con otro canadiense, Michael Kovrig, que trabajaba para el ‘think tank’ International Crisis Group. Ambos fueron arrestados en diciembre de 2018 por, supuestamente, poner en peligro la seguridad del Estado chino. Desde Ottawa se ha pedido en numerosas ocasiones a Pekín que los libere.

Ante la noticia, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, condenó la sentencia y la calificó de «absolutamente inaceptable e injusta».