El Congreso peruano retomó ayer el debate de investidura del Ejecutivo elegido por el presidente Pedro Castillo, tras una jornada de discusiones de nueve horas en la víspera que no despejó las dudas sobre si finalmente la cámara dará su visto bueno al Gobierno.

El debate se retomó con decenas de diputados aún inscritos en la lista de oradores y sin que el primer ministro, Guido Bellido, hubiera comenzado aún su turno de réplica, lo que auguraba también una nueva jornada maratoniana de discusiones antes de que se pueda producir la votación definitiva.

Para obtener la aprobación, Bellido deberá contar con el voto de la mitad más uno de los 130 legisladores de la Cámara y, según lo visto en la primera sesión, parecía encaminado a obtener el visto bueno después de que dos importantes grupos parlamentarios ubicados más en el centro político, Acción Popular y Alianza para el Progreso, indicaran que en su mayor parte votarían a favor de otorgar la confianza al Gabinete

Con esos votos, unidos a los ya garantizados que aportarán la bancada oficialista de Perú Libre (37), el grupo izquierdista Juntos por el Perú (5) y la mayoría de los votos de los grupos Somos Perú-Partido Morado y Podemos, Bellido obtendría la mayoría necesaria.

Sólo los tres grupos más conservadores de la cámara, Fuerza Popular (fujimorista), Avanza País (ultraliberal) y Renovación Popular (extrema derecha), ya adelantaron que votarán en contra de Bellido.

El Gobierno de Castillo, como era de esperar, no gusta a la derecha y a los grandes medios de comunicación peruanos, que han criticado a varios ministros por sus posturas de izquierda, vinculando a algunos de ellos incluso con Sendero Luminoso.

Otras críticas han venido por la escasa presencia femenina en el Gobierno, ya que solo dos de diecinueve integrantes son mujeres) y por las declaraciones de tinte machista de varios de sus representantes, incluido Bellido.