GARA
SALVADOR

Lula hace una gira en clave electoral por los feudos del PT

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva cerró en Salvador una gira por el empobrecido Nordeste brasileño con aires de precampaña, en un acto que compartió con movimientos de la comunidad negra de Bahía. Las próximas elecciones presidenciales se celebrarán en octubre de 2022 y, en estos momentos, Lula tiene una amplia ventaja en los sondeos sobre Jair Bolsonaro, que además se enfrenta a una investigación judicial por presunta prevaricación.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT), que aún no ha confirmado si será candidato a las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre del próximo año, rechazó que haya una polarización que requiera una tercera alternativa para esa cita, como señalan algunos analistas.

«No hay polarización. Está la candidatura del PT, que siempre fue democrático, y la candidatura de un fascista genocida que es Bolsonaro», indicó el expresidente de Brasil (2003-2010), levantando los aplausos de sus seguidores en la emblemática sede del bloco afro Senzala do Barrio Preto, en el barrio de Curuzu. Salvador, la capital de Bahía, fue la última parada de un recorrido iniciado el 15 de agosto por varios estados del Nordeste, histórico bastión del PT.

Creomar de Souza, de la consultora Dharma, comentó que Lula comenzó esta precampaña por donde «parecía más obvio», donde Bolsonaro cosechó la menor cantidad de votos en 2018. «Fue el lugar más impactado por sus dos administraciones, no solo con el programa (de transferencias monetarias) Bolsa Familia, sino también con otros programas sociales». «Hay todo un simbolismo» en el inicio de este diálogo por parte del expresidente en una región de gran tracción electoral. Y eso coincide con un momento en que «el Gobierno de Bolsonaro parece preso en la idea de destruir puentes y encerrarse sobre sí mismo», resaltó De Souza.

Lula, de 75 años, recuperó hace unos meses sus derechos políticos gracias a la anulación de las condenas por corrupción dictadas en su contra, una de las cuales lo llevó a la cárcel durante casi 18 meses, entre 2018 y 2019. Los últimos sondeos le dan una amplia ventaja frente al ultraderechista Bolsonaro en las próximas presidenciales, que se anuncian como las más polarizadas de la historia del país.

Bolsonaro registra la peor aceptación desde que asumió el poder en enero de 2019, en especial por su caótica gestión de la pandemia, que ya deja casi 580.000 muertos en Brasil. Además, enfrenta una investigación judicial por prevaricación por supuestamente no denunciar indicios de corrupción en la compra de vacunas anticovid.

Ante dirigentes de la comunidad negra bahiana, Lula denunció la difusión de noticias falsas en su contra. «Los bolsonaristas están haciendo una verdadera guerra contra mí en Internet. Dicen que estoy relacionado con el demonio (…). Todo el mundo sabe que soy católico, pero cuando sea candidato todas las religiones serán tratadas con la máxima decencia», señaló.

Además, responsabilizó al actual Gobierno por el preocupante avance de los precios y de la desigualdad. «No es posible la inflación que está corroyendo a la gente más pobre de este país; no es posible que la gasolina esté aumentando en un 73%; no es posible que la gasolina va a volver a subir, la electricidad aumentará», enumeró.