Dos días después de que el Congreso de Perú diera su voto de confianza al Gobierno de Pedro Castillo, la Fiscalía y la Policía Nacional allanaron el domingo siete inmuebles de la formación gubernamental Perú Libre y de su líder, Vladimir Cerrón, en el marco de una investigación por presunto blanqueamiento de capitales.

El juez Juan Carlos Sánchez adoptó esa medida aceptando la petición realizada por el fiscal Richard Rojas, como parte de la investigación preliminar que tiene como fin, según el Ministerio Público, determinar el origen del dinero que financió la campaña de Perú Libre y su candidato y actual presidente, Pedro Castillo, informó el diario “El Tiempo”.

Recientemente, Rojas incluyó en la investigación al presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, a Cerrón y a la formación como «persona jurídica».

Los representantes de la Fiscalía y los agentes de la División de Lavado de Activos de la Policía Nacional se incautaron de una gran cantidad de documentos.

El secretario de Organización Regional de Perú Libre, Vladimir López, calificó la actuación de «persecución política» motivada por la ratificación del voto de confianza del Congreso al Gabinete presidido por Bellido.

La propia formación política mostró en un comunicado su «sorpresa» por la «celeridad inadvertida para casos similares». Reiteró su «compromiso de colaborar en las investigaciones» al tiempo que aseguró rechazar «cualquier intento de amedrentamiento de las fuerzas del orden, Fiscalía y Poder Judi- cial», según medios locales.

Luz verde del Parlamento

Dos días antes, el Congreso otorgó su confianza al Gabinete elegido por Castillo y despejó así, por ahora, el fantasma de una nueva crisis política al permitir que el Gobierno pueda ejercer formal y constitucionalmente sus funciones. Un triunfo de la gobernabilidad sobre la «polarización», según interpretaron muchos.

Con 73 votos a favor, 50 en contra y ninguna abstención, Bellido y sus ministros, cuestionados por sectores políticos y mediáticos de derecha por su posicionamiento a la izquierda y de otros sectores progresistas porque solo dos de sus 19 integrantes son mujeres, superó su primer gran escollo político.