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Bolsonaro no acudirá a la cumbre de Glasgow porque «todos le tirarán piedras»

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, justificó ayer la ausencia del presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que comienza mañana bajo el argumento de que los participantes «le tirarán piedras». «El presidente Bolsonaro es objeto de muchas críticas», indicó Mourao, antes de señalar que «entonces, llegará a un lugar donde todos le tirarán piedras», según recogió el portal de noticias G1. La principal autoridad brasileña en la cumbre será el ministro de Medioambiente, Joaquim Leite, que liderará «un equipo robusto con capacidad para llevar a cabo la estrategia de negociación», dijo Mourao.

El vicepresidente, también presidente del Consejo Nacional para la Amazonía Legal, tampoco asistirá a Glasgow. Mourao incidió en que se critica al Gobierno brasileño por razones políticas, económicas y ambientales. «La mayoría de las personas que realmente tienen mayor conciencia ambiental son de izquierda, por lo que hay una crítica política incrustada. Y está el tema económico: siempre una búsqueda de una barrera en relación a la fortaleza de nuestro agronegocio, es decir, que viene de la zona deforestada de la Amazonía, lo cual no es una realidad», sostuvo.

Bolsonaro atesora críticas de la comunidad internacional por su gestión ambiental, como llevar a cabo acciones que dificultan la vigilancia de los delitos ambientales, especialmente en la Amazonía. Ha afirmado, entre otras cosas, que «los bosques no se incendian» y que sufre «ataques injustificados».

Brasil llega a la COP26 con altas emisiones de gases de efecto invernadero. El país se ha comprometido a reducir un 43% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en el Acuerdo de París.

Bolsonaro, en cambio, sí ha viajado a Roma para participar en la cumbre del G20 junto a los ministros de Relaciones Exteriores, y Economía. El martes tiene previsto regresar a Brasil tras visitar un monumento erguido en memoria de los casi 500 brasileños que murieron en la II Guerra Mundial.