Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA

A falta de pólvora, bueno es un punto

El Eibar mantiene la segunda plaza pero sigue desacertado de cara a puerta.

FUENLABRADA 0

EIBAR 0


El Eibar mantiene la segunda plaza tras sumar un punto difícil de valorar. Sabe bien, como cualquier resultado positivo conseguido a domicilio y porque además se dejó la puerta a cero por segundo partido consecutivo. Y no tanto porque el otro punto fue para un rival de la zona baja que afrontaba la cita en un momento crítico tras haber perdido sus tres últimos partidos, en los que había encajado siete goles.

No pudo marcárselo el Eibar –otro apunte en la parte negativa de la noche–, que solo ha anotado uno, con la firma de un defensa, en los últimos 270 minutos de competición. Y eso que no faltaron ocasiones, sobre todo en la recta final del primer tiempo, cuando los azulgranas se sacudieron el dominio local, y en una segunda parte con sustos en ambas áreas.

Con cuatro caras nuevas en el once –Correa, Burgos, Toño y Stoichkov por Tejero, Glauder, Expósito y el lesionado Venancio–, el Eibar se vio un tanto encerrado por el empuje del Fuenlabrada en la recta inicial del partido. Le costó casi media hora acomodarse pero acabó llegando al descanso lamentándose por las ocasiones falladas. Stoichkov un par de veces y Corpas después disfrutaron de las más claras pero no fueron capaces de resolverlas.

Gaizka Garitano quiso dar un paso más hacia la victoria con la entrada del director de juego de su equipo. Expósito se unió a la ofensiva armera en detrimento de Leschuk y su equipo lo agradeció aunque la segunda parte se desarrolló por fases. Sin continuidad la primera, repleta de interrupciones que imposibilitaban que el Eibar se adueñara del partido como quería, inclinada del lado visitante la siguiente. Pero tampoco ahora acertaron los guipuzcoanos, que tuvieron dos clarísimas justo antes de que el partido volviera a cambiar para irse del lado de un Fuenlabrada que acabó más cerca de la victoria y al que, de hecho, le anularon un gol a ocho minutos del final por fuera de juego de Anderson.