GARA
PEKÍN

El PCCh hace suya la resolución histórica de Xi Jinping y le encumbra a la cima

Sin sorpresas, el plenario del Comité Central del PCCh aprobó ayer una revisión de su historia, la tercera en la historia del partido, que reivindica la «nueva era» tras la llegada al poder de Xi Jinping hace diez años. La resolución, que no ajusta cuentas con el pasado, confirma la continuidad del presidente más allá de 2023.

El Partido Comunista de China (PCCh) aprobó ayer una «resolución histórica» que cimenta el liderazgo absoluto de su secretario general y presidente del país, Xi Jinping.

Tras cuatro días reunidos a puerta cerrada en Pekín, los más de 300 miembros del XIX Comité Central del PCCh decidieron seguir dando mando en plaza a Xi en una «nueva era» de «modernización socialista» que deberá abordar los desafíos a los que se enfrenta el país.

Entre ellos figuran la ralentización de la economía, los rebrotes del coronavirus –China ha cerrado prácticamente sus fronteras–, las desigualdades sociales, la crisis demográfica, los continuos roces con Occidente, especialmente con EEUU y, en ese contexto, el agravamiento de la crisis con Taiwán.

Como era de esperar, la resolución de ayer enfatizó el rol «central» de Xi y avanzó «nuevas ideas y estrategias» que allanan el camino para que sea ratificado en el XX Congreso del próximo año y en el que, a priori, se avalará su continuidad en el poder más allá de 2023.

Xi busca trascender y de ahí también esta nueva resolución sobre «la experiencia histórica y los principales logros del Partido», la tercera después de la de 1945, en la que se entronizó a Mao Zedong, y la de 1981, con la que el dirigente Deng Xiaoping oficializó el comienzo del periodo de reforma y apertura.

En esta ocasión, el régimen ha evitado criticar errores pasados o plantear giros políticos, y menciona las aportaciones de todos los líderes que han dirigido el país desde el advenimiento de la República Popular en 1949, incluyendo a Mao, su fundador, al que se alaba por tomar «un camino revolucionario correcto». «Se logró entonces liberar al pueblo y se puso fin a una China semicolonial y a una sociedad semifeudal. Y los privilegios que los poderes imperialistas disfrutaron en nuestra tierra se acabaron para siempre», algo que «inspiró enormemente a naciones oprimidas a lo largo de todo el mundo», reza el texto.

El PCCh no escatima elogios sobre «los progresos conseguidos» hasta la fecha, incluyendo a Deng y a los presidentes Jiang Zemin y Hu Jintao para «pasar de una economía planificada a una de mercado socialista».

«Somos la segunda economía del mundo, lo que muestra el tremendo avance de la nación china» hacia «la construcción de un país socialista moderno en todos los aspectos»-–uno de los mantras de Xi.

Pero el partido admite que tiene que «responder a riesgos y desafíos», entre ellos «un entorno exterior más complejo».

La resolución defiende una política exterior más asertiva frente a EEUU, destaca el papel del Ejército Popular de Liberación (EPL), reivindica la solución en clave represiva de la cuestión de Hong Kong y reitera su oposición a la independencia y a la injerencia externa en Taiwán.

Todo ello para reivindicar el impulso hacia adelante de China, que el PCCh personifica encumbrando a Xi y recordando los «éxitos» y «victorias» de sus proyectos estrella, como los programas de alivio de la pobreza y la campaña contra la corrupción tras llegar al poder en 2012.